Revista Cultura y Ocio

Spartacus; Blood and Sand

Publicado el 15 abril 2010 por Sextohombredigital
Spartacus; Blood and Sand
Spartacus es una serie norteamericana cuya primera temporada arrancó en enero de este mismo 2010. Producida por Steven S. DeKnight y Robert Tapert, está ambientada en la antigua Roma y gira en torno a la vida del esclavo tracio Spartacus desde que fuera capturado por rebelarse en contra del ejército romano y sus vivencias en el ludus (lugar de entrenamiento de los gladiadores) mientras es entrenado para covertirse en un gladiador en contra de su voluntad. Una recreación de la historia real del esclavo rebelde Spartacus, pero con licencia para modificarla a gusto de los creadores.
Spartacus ha sido una de las sorpresas de la temporada en la pequeña pantalla, pero lo cierto es que se está hablando más de los litros de sangre que corren en cada capítulo, su fuerte vocabulario y el más que explícito sexo que se nos muestra que de su valor como serie en sí. Las amputaciones y disecciones están a la orden del día y, como decía, la sangre es sin duda la principal protagonista de la serie. El lenguaje que utilizan parece estar fuera de contexto a menudo, más aún cuando al comienzo de cada capítulo te advierten de que es un intento de recrear la sociedad de Roma con exactitud y crudeza (no creo que los romanos nombraran el pene de Júpiter cada dos frases) y qué decir del sexo, no hay censura alguna, ni orgía o postura que no nos muestren...
El argumento es de sobra conocido; un guerrero tracio se ve obligado a luchar junto a los romanos, pero estos traicionan a su pueblo y arrasan su ciudad. Spartacus (que conste que su nombre real no es desvelado en ningún momento, así es como lo bautizan cuando lo convierten en gladiador) huye junto a su mujer, pero es capturado al día siguiente. Ella es vendida como esclava y él condenado a morir en la arena, pero sobrevive a la lucha y se convierte en un ídolo para un público sediento de sangre. Batiatus lo compra y lo acoge en su ludus, uno de los más prestigiosos, e intenta que olvide su antigua vida y todo su odio y se concentre en ser el mejor gladiador de todos los tiempos, pero él, claro, sólo piensa en matarlos a todos. A partir de aquí, amigos, tendréis que ser vosotros los que decidáis si queréis saber cómo se van desencadenando todo tipo de acontecimientos.
Spartacus no es ni mucho menos una mala serie, pero lo cierto es que se encuentra a años luz de las grandes. Es entretenida, y si te gustan las peleas y la sangre estás de enhorabuena, pero abundan los diálogos huecos y a menudo resulta bastante previsible (aunque reconozco que en los últimos capítulos me he llevado más de una sorpresa). En cuanto al rigor histórico, la serie es un batiburrillo de personajes reales que en muchos casos no coincidieron en el tiempo y se encuentra algún que otro anacronismo, pero se pueden apreciar las costumbres (especialmente las más oscuras y desconocidas) de esa dorada civilización romana que tanta huella dejó, y se ve que los productores manejan un buen presupuesto a la hora de recrear las escenas (aunque en ocasiones abusen del ordenador innecesariamente).
Esta serie no dejará huella, y dista mucho de ser imprescindible, pero sí que es altamente recomendable para los amantes de películas como 300 o Gladiator... Sangre, sangre y más sangre...

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