Revista Cine
Título original: Stake Land
Año: 2010
Duración: 98 min.
País: Estados Unidos
Director: Jim Mickle
Guión: Nick Damici, Jim Mickle
Música: Jeff Grace
Fotografía: Ryan Samul
Reparto: Nick Damici, Connor Paolo, Danielle Harris, Kelly McGillis, Michael Cerveris, Bonnie Dennison, Sean Nelson
Bienvenido a Stake Land, niño.
Los zombies están más de moda que nunca, y con los zombies quiero decir vampiros, hombres lobo. Pero cada día más, este tipo de películas se adaptan para que el público de menor edad pueda ir a las salas de cine a verlas. Pero gracias a dios, no todo es así. Y a veces, solo a veces piensan en nosotros, el público más exigente, el de la vieja escuela. A nosotros no nos gustan ni los vampiros brillantes, ni los zombies graciosos, queremos la dura realidad, queremos ver vísceras y protagonistas sufrir por su supervivencia. Por todo eso hoy hablamos de Stake Land.
América ha sido devastada por vampiros. Solo quedan pequeños reductos de humanos hostiles, que intentan sobrevivir con lo que tienen. Un chaval huérfano y un hombre experto en cazar a esas bestias unirán fuerzas para buscar una salida en el norte. Su destino: Canadá, tienen la esperanza de que esos seres no hayan sido capaces de llegar tan al norte.
Sobresaliente segundo largo el que nos trae el director Jim Mickle y el cual co-guioniza junto a Nick Damici, que también ejerce de protagonista en el film. La película es todo un ejercicio de supervivencia, y nos transporta a través de una desolada América infestada de vampiros a un viaje el cual parece no contener ni una gota de esperanza. Y toda esta logradísima ambientación que nos acompaña durante la hora y casi cuarenta minutos que dura, está realizado con un presupuesto no muy grande y que en ningún momento la cinta se resiente por ello. El guion, que no busca sorprender en ningún momento, solo narrarnos todos los sucesos de la angustiosa vida de los dos protagonistas. Tanto Nick Damici como Connor Paolo nos regalan unas actuaciones de gran calidad, y que inevitablemente les iremos cogiendo cariño minuto a minuto. Comentar que esta pareja ya se vieron las caras anteriormente en World Trade Center, y el director ha sabido aprovechar esa conexión y muestra de ello es este estupendo tándem en Stake Land. Pero no solo podemos destacar un magnífico guion y unas actuaciones notables, otro de los puntos fuertes es sin duda su fotografía de Ryan Samul, el cual ya había trabajado con el director en su anterior película. La fotografía, que nos muestra unos desolados y a la vez hermosos paisajes por todo el país americano, no para de transmitirnos un sentimiento de tristeza que nos acompaña durante todo el metraje.
Como contrapartida hay que restar un punto a la dirección, que si bien no es mala, peca en algunos momentos de falta de ritmo. Supongo que el director, en parte lo hace adrede ya que no estamos delante de una película donde prima la adrenalina ni la acción. Pero inevitablemente en alguna ocasión uno mira la hora y pregunta si era necesario alargar ciertas escenas.
Stake Land podría definirse como la antítesis de Zombieland, y es que como he comentado antes, el film que nos ocupa es más bien pausado, duro, sin ninguna concesión y algo muy importante, sientes que todo lo que hacen los protagonistas es una dura pugna por su supervivencia, cosa que en ningún momento está clara. En cambio por contrapartida tenemos a Zombieland, que es una fiesta de sangre, humor, acción y presupuesto elevado. Eso sí, amantes de la adrenalina o no, amantes de las grandes producciones hollywoodienses o de los más acérrimos al cine de autor. Stake Land no os va a defraudar, porque nos demuestra que con poco se nos puede ofrecer mucho.
Firma: Omar Parra.