Starman (John Carpenter, 1984. EEUU): agradable y hábil incursión de John Carpenter, nombre capital dentro del fantástico norteamericano del último cuarto de siglo XX, en el love film, eso sí, sin perder de vista sus aguas favoritas, esto es, el propio fantástico. Viene a ser una especie de respuesta adulta al E.T. de Spielberg. Un alienígena llega a la Tierra, donde toma la identidad de un hombre recientemente fallecido (Jeff Bridges). Su viuda (Karen Allen), como es lógico, no dará crédito a cómo cambia su vida de la noche a la mañana, ya que su “recuperada” pareja no tiene ni idea de cómo comportarse en nuestro planeta. La escena en la que Bridges devuelve a la vida a un ciervo resulta preciosa.