Revista Cine
No hay lugar en Stitches para la innovación o la búsqueda de nuevos horizontes para un género ya de por sí tan encorsetado como el Slasher, pues en ella sólo se busca homenajear y gamberrear a costa de todos y cada uno de los tics de este entrañable sub género. En este caso se nos presenta la historia de un payaso, cascarrabias, mal hablado, bebedor y follador, que es contratado para 'amenizar' la fiesta de cumpleaños de una pandilla de críos bastante odiosos y repelentes. Como es lógico en la fiesta ocurre un accidente y el encantador payaso acaba bien muerto. Años después, con los críos ya convertidos en unos adorables adolescentes bien encaminados para convertirse en 'carne de psicópata', nuestro buen amigo Stitches vuelve de la tumba para acabar el trabajo iniciado años antes. A grandes rasgos ésta es la sinopsis de la película, y resulta bastante claro que los responsables de la producción no se han estrujado demasiado el cerebro: una premisa básica, grandes dosis de humor y una elevada cantidad de gore, tripas y sangre, esto es todo lo que se ofrece, con lo que la gracia de la película es directamente proporcional a las ganas que tenga el aficionado de entrar en la propuesta del director. La película es divertida, no lo voy a negar, se deja ver bien, tiene buenos efectos (a pesar del poco presupuesto) y tiene un ritmo bastante alto que asegura pasar bastante rápido el tiempo invertido en ella, pero yo no puedo dejar de pensar que, por enésima vez, se ha dejado escapar una buena oportunidad de hacer una película de terror en serio, sin tonterías ni guiños tipificados en el A-B-C del género; por un lado tenemos un asesino tremendamente carismático, muy buena actuación de Ross Noble, por otro tenemos el siempre entrañable y terrorífico rollete (género dentro del género) de los payasos con malas pulgas que ya desde IT (por ejemplo) tienen a bien quitarnos el sueño, para más inri el director y el guionista (Conor McMahon y David O'Brian) añaden algunos elementos oníricos y atmosféricos ( los ritos del extraño culto formado por unos escalofriantes payasos) que bien explotados podían haber dado bastante juego a la película, por último tenemos un destacable uso de la fotografía y el encuadre; todos estos elementos en su justa medida habrían regalado algo más inquietante, más complejo y bastante más impactante. Stitches no pasa de un homenaje de trazo grueso a todas esas películas que tanto nos gustaron en los años ochenta, pero entre tanto homenaje y guiño se han olvidado del verdadero leit motiv de este tipo de películas: aterrorizar. Palabreja que en esta película queda completamente diluida por culpa de los continuos gags (unos acertados, otros una dolorosa patada en las parte nobles), que en mi humilde opinión no deberían ser el eje de toda la función. En definitiva, un film al cual no se le debe pedir demasiado, que puede gustar si estás predispuesto al espectáculo y que se adivina como un buen entrante para una noche entre amigos/as bien regado con unas agradables cervezas y, desde luego, bastante superior a otro Slasher de reciente factura titulado 'Smiley'.
Saludos!!!!