Ayer tenía un insomnio de libro, de esos que dan una o dos veces al año. Estaba con las primeras partes de Stoner, un libro recomendado por no sé quien no sé hace cuanto. Mala elección. Debí de dormirme sobre las cinco y media, no sin antes haber terminado.
Les abreviaré mis opiniones. Un libro que tiene más de cincuenta años, una joya que resume la nimiedad de la vida sobre las malas decisiones y el amor absoluto a la literatura . Quizá hasta ayuda a entender el papel que juega la Universidad en Estados Unidos, ese país inmenso en el que cabe todo, desde la pasión absoluta por el conocimiento hasta los miles de muertos -abundando hispanos y negros- por un sistema inhumano de desprotección social.
Una obra maestra ignorada. Coincido. Y además lo dice Enrique Vila-Matas, no yo.
Igual no es lo que más les va a subir el espíritu en estos días, pero más temprano que tarde, no la dejen pasar.