No soy una buena persona, no soy políticamente correcta y ni siquiera me acerco un poco a lo que quiere decir eso. No me gusta quedar bien, tiendo a decir las cosas cuando las siento y como las siento, y ésto trae problemas. No soy la chica que invitarías a tu fiesta, y no soy la lectora que le dejarías leer la novela que quieres promocionar esperando que me enamore: Porque seguro que no va a enamorarme, y ahí tendremos un problema.
He leído la entrada de Bego y ésta otra, y he pensado que no quiero vivir en un mundo donde se condena a las personas que dan su opinión: ¿Os dais cuenta de que sois exactamente como todos esos dictadores de vuestros libros distópicos? Nunca me cansaré de dar mi propio ejemplo: Yo leí Un beso en París cuando se publicó en España, y cuando todos los bloggers se estaban corriendo con ese libro, yo le puse un 5/10 y dije que me había gustado, que veía mil fallos, pero que a pesar de todo pues era entretenido: Ni siquiera tiré mierda del libro y recibí aluviones de comentarios anónimos llamándome de todo menos bonita, también recibí e-mails en la misma temática, y por cierto, también recibí comentarios donde me spoileaban sagas que estaba leyendo :__D súper bien.No cerré el blog, simplemente filtré los comentarios: Ahora nadie vería su comentario a no ser que yo le diese el visto bueno antes, y también quité la opción de que me postearan anónimos (cosa que por cierto, me dolió, porque habían comentarios muy interesantes escritos por anónimos: Porque sí, no todos los comentarios anónimos son haters).
Hay mil normas no escritas en la blogosfera literaria, si las sigues todo irá bien, si no las sigues: Atente a las consecuencias. Las consecuencias son muy duras: Comentarios de haters poniéndote a caldo, y yo pregunto: ¿Por qué pasa? ¿Os habéis dado cuenta de que la mayoría de éstos comentarios se lo toman todo "muy personal"? ¿Qué pasa? ¿Las editoriales tienen sicarios a los que pagan por eliminar las entradas de "haters"? Reflexión al aire. EH, si ésto pasa, llamadme, que yo también quiero.
Hace un tiempo comenté que hay blogs "grises", algunos ni siquiera se mojan, nunca entiendo si les ha gustado o si no, y hay otros a los que simplemente les encanta todo siempre, leen muchísimo (el paro está haciendo estragos en éste país, os lo juro), pero el problema real surge cuando blogs con personalidad cierran el garito porque reciben día sí y día también comentarios de haters, una y otra vez. ¿Lo veis normal? ¿No os parece enfermo? A mí me parece tan retorcido que roza la inmundicia humana, es tan retorcido que ni siquiera me dais ganas de llorar ni de enfadarme, bueno, sí, me enfado, me enfado por los administradores de esos blogs CON PERSONALIDAD que cierran sus blogs PERSONALES por culpa de unos cuantos imbéciles con una neurona y media que no tienen nada mejor que hacer con sus vidas que meterse en las ajenas. La cosa empieza a ponerse fea y turbia cuando la gente empieza a sentirse mal de verdad, cuando hay un conflicto REAL.
Es cierto que yo estoy superando un bache lector importante, pero a veces creo que en realidad acabé ausentándome de la blogosfera por un motivo: La blogosfera está podrida, no le busquéis otro sentido porque no lo tiene. No me pondré optimista y diré que la blogosfera antes molaba, porque ésto es una cosa que "siempre ha estado flotando por ahí", pasa que últimamente empieza a evidenciarse mucho más, o quizás será que mucha gente se está dando cuenta de ésto y se están hartando de verdad, y no quieren quedarse callados.
Para todo y para la vida, os recomiendo nuestro blog de cabecera: Libros de Mierda, pionero en reseñas malignas y en publicar la tuya de forma anónima. ¡No más llantos! ¡VIVA LIBROS DE MIERDA! (y no, ésto no era una entrada para potenciar blogs ajenos, pero ha acabado saliendo así). Y bueno, puedes comentar lo que quieras sobre el #BookBullying. Bueno, si vas a insultar o lo que sea, pues... Ehm... Er... TE CALLAS.