Sueño de jirafa

Querido lector,

Estoy seguro de que te has dado cuenta de lo poco que publico últimamente... y tiene pinta de que va a seguir siendo así. Pero no, esta entrada no es una despedida o un adiós, ni siquiera un hasta luego.
Su propósito no es otro más que calmar mi conciencia y enumerar las enormes responsabilidades que me acogotan y me obligan, muy a mi pesar, a descuidar mi labor como guardián del secreto gigantesco.
La vida de un bloguero está llena de aventuras, es indudable, aunque muchas no tengan que ver ni siquiera con escribir o con eso del internet. En este momento concreto el hito, la epopeya, la hazaña que consume casi todo mi tiempo es tratar de acabar la carrera este año. 4 años en 4 años, oh my God. Sin embargo, como quizás recuerdes de aquella carta a una de mis catástrofes, llevo un ligero retraso de asignaturas evidente, lo que me ha obligado a matricularme de más y realizar un esfuerzo titánico, hercúleo, atlásico, zeusítico, durante este cuatrimestre.
Es decir, que con la carga de asignaturas actual mi tiempo de sueño se reduce al de una jirafa macho en la plenitud de su vida.

Las jirafas duermen entre 1-2 horas diarias. Che, sha aprendiste algo nuevo.

Pero faltaría a la verdad si le echara la culpa de todo a la universidad, uno tiene que hacer más cosas en la vida si quiere conservar un poco de cordura. Los entrenamientos y los partidos están ahí, los trabajitos esporádicos por internet consumen más tiempo de lo que parece, uno tiene amigos aunque no lo parezca y también hay una muchacha por ahí haciendo de las suyas a la que me comería a versos.

Pero de lo que yo quería hablar en realidad es de la verdadera razón de esta entrada -es requisito sine qua non para un bloguero el irse por las ramas -, de un proyecto ilusionante: Campa Rita. La idea es organizar un campamento para los niños de la parroquia, para lo cual estamos preparando actividades para sacar dinero durante todo el curso y así financiar a las familias que tengan más dificultades. Con este objetivo hace dos semanas los jóvenes organizamos una cena-espectáculo para padres con varias actuaciones y monólogos preparados por nosotros mismos -más bien por los propios monologuistas, pero aquí cada uno chapa con lo suyo- y así seguiremos preparando cosas todo el curso.
Y adivina, querido lector, quién ha hecho la web/blog/sitio/lo-que-quieras-poner de Campa Rita... 
De modo que si no estoy por aquí quizás me encuentres en camparita.wordpress.com, en la universidad, entrenando, trasteando por la web, en la iglesia, trabajando dando vueltas por Madrid, jugando al fútbol, en la biblioteca, en el Mercado Provenzal, tropezando con una morena de ojos castaños o quizás durmiendo cual jirafa. Eso sí, esperemos que Campa Rita sea más un sueño de koala niño que de jirafa macho en la plenitud de su vida.
Como ves, la vida de un bloguero es la vida mejor. Solo que trabajando, estudiando y encima sin ron.