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El cansancio no me ha dejado escribir, he estado tumbado en canapé con la habitación alternativamente fría y caliente, me dolían las piernas y he tenido unos sueños repugnantes.
13
Había un perro tumbado sobre mi cuerpo, una de sus patas junto a mi cara, eso me ha despertado, pero durante unos instantes he sentido un miedo horrible de abrir los ojos y ver al perro.
15
Por la noche, se me hincha el pie y me da fiebre. El alboroto de los conejos que corretean delante de la cabaña. Me levanto a medianoche y veo algunos de los conejitos sentados delante de mi puerta. Sueño que oigo declamar a Goethe, con una libertad y una arbitrariedad infinitas.
(Sueños, de Franz Kafka. Errata Naturae, 2010. Traducción de Iván de los Ríos).