Sully (Clint Eastwood, 2016. EEUU)

Sully (Clint Eastwood, 2016. EEUU): lo relativo de la verdad (siempre según el punto de vista) es el punto de mayor interés del nuevo drama de Clint Eastwood, por otra parte el film de menor duración de toda la carrera del veteranísimo autor de Escalofrío en la noche, que en los últimos años ha mostrado un notable apego por el subgénero de la biographical picture, o sea, el conocido por todos como biopic, con desiguales resultados, narrando aquí una historia que nadie ha olvidado todavía, pues fue un incidente ocurrido hace únicamente siete años, cuando un experimentado piloto de aviones (hoy trabaja para la cadena estadounidense CBS news) forzó un aterrizaje sobre el neoyorquino río Hudson para así salvar la vida de la tripulación, tras explotar los motores debido a una bandada de aves nada más despegar del aeropuerto de La Guardia. La previsibilidad del guion, incluyendo su reincidencia en el día de marras, juega decididamente en su contra, y las pesadillas del protagonista, acertadamente interpretado por Tom Hanks y en las cuales un avión atraviesa Nueva York estrellándose contra los edificios, sobran totalmente. Eastwood sigue sin firmar una película grande de verdad desde Million dollar baby, allá por 2004. No es mejor que otra reciente incursión en el tema de los pilotos de aviones como fue la horrenda, y horrendamente moralizante El vuelo (Flight, Robert Zemeckis, 2012), aunque la clase, elegancia y hasta cierta solemnidad que muestra Eastwood con la cámara no la ha perdido.