Pues yo, como de estas cosas no es que ande muy puesto, he tenido que leer por ahí que el nombre de la banda danesa Reviving Aeris es un homenaje al famoso videojuego “Final Fantasy”, el mismo que dio nombre -al menos hasta que la posibilidad de una demanda obligó a cambiar las cosas- al proyecto musical de Owen Pallet. El caso es que la muerte de un personaje de aquel videojuego, llamado Aeris, debió de impresionar a toda una generación, hasta el punto de que aquel deceso fue calificado por la web especializada GameSpot como “el momento más traumático de la historia de los videojuegos” (y yo sin enterarme). Sea como fuere, la historia tiene un final curioso: con la expansión de internet a finales de los noventa empezaron a aflorar todo tipo de rumores entre las comunidades de jugadores del juego, apuntando en el sentido de que existía una forma de hacer revivir a la tal Aeris: aquella era una opinión absolutamente infundada, más cercana a la expresión de un deseo colectivo que a lo previsto por los programadores, pero generó un auténtico fenómeno social en torno a esa posibilidad de volver atrás en el tiempo, deshacer la tragedia, y devolver a la vida a aquellos que la habían perdido.
Algo de eso (de videojuegos no, de la idealización que a menudo hacemos del pasado y de cómo proyectamos sobre él un montón de presentes alternativos, infinitamente mejores que el único que conocemos) hay en “Sleeptalking“, el flamante disco de debut que en 2014 publicaron Reviving Aeris. Y curiosamente, poco ha faltado para que las canciones de Brøndum Svenningsen también hubieran de ser resucitadas: durante los últimos 14 años, hasta tres sellos se mostraron interesados en su publicación sin que ninguna de esas gestiones llegase finalmente a buen puerto, bien porque la discográfica en cuestión quebraba, bien porque la prueba (el famoso “test pressing”) se perdía en algún lugar de la república checa. Al final tuvo que ser Mingo Records, un sello creado ex-profeso por algunos amigos de Svenningsen, quien se encargara finalmente de resucitar a Aeris y permitir que estas hermosas canciones fueran esuchadas como merecen. (Aunque mucho me temo que la desaparición de la web del sello no es presagio de nada particularmente bueno…)
La canción que protagoniza esta entrada de hoy es, a mi juicio, la más bonita del álbum, pero ni mucho menos la única que vale la pena: la descubrí en el blog del marino, en una entrada especialmente golosa publicada a finales de año, en la que se recogían algunos de esos temas que si nunca aparecen en las listas de “lo mejor del año”, es simplemente porque no son o suficientemente conocidos. Me capturó enseguida, con esa delicadeza acústica que remite de forma ineludible (¿tendrá algo que ver el modo en que son valorados los rayos del sol por aquellas latitudes?) al primer disco de Kings Of Convenience, y me sirvió además de puerta a un disco generoso en indie-pop de deshielo, de una pureza que sólo creía posible en The Montgolfier Brothers: probad a mojar los labios en el fresco manantial de “Set Sail“. Recostaos sobre la mullida superificie de la pista titular. Cerrad los ojos y escuchad esta “Summer Comes” con una brizna de hierba en la boca. Oh sí, el verano realmente ya está aquí, a la vuelta de la esquina, y para meterlo en casa, deberían bastar un buen tocadiscos y 100 coronas danesas. Y si lo de las coronas danesas se complica, pues oye, no es lo mismo, pero siempre nos quedará el streaming…
Publicado en: Canciones EscondidasEtiquetado: 2014, Folk-pop, Kings Of Convenience, Mingo, Reviving Aeris, SleeptalkingEnlace permanenteDeja un comentario