Superchulo, lo saludable como estilo de vida

Su nombre hace honor a lo que es. En el barrio de Malasaña, en el local que antes ocupara el mítico pub Molly Malone’s, ha abierto sus puertas un nuevo concepto “healthy” que, como a nosotros, no os dejará indiferentes. Es, más que un restaurante al uso, una forma de vida.

Superchulo es Rebeca, su fundadora. Tras una serie de complicaciones alimenticias, y con poco más de 20 años, se ha embarcado en este proyecto vital que pretende, precisamente, evitar lo que a ella le pasó y concienciar acerca de la importancia de una buena alimentación sin caer, eso sí, en el aburrimiento. Por algo se llama Superchulo, porque es creativo, peculiar, colorista y divertido.

Aquí todo es natural. Y decimos esto no porque se coma con frescura y calidad, que también. Lo decimos, sobre todo, porque aquí todo es socialmente responsable, con la naturaleza, con el entorno. Todo se hace de puertas para adentro, hasta los alcoholes que en breve serán protagonistas de una esperada zona de coctelería. Y si no se alcanza a hacerlo, en Superchulo se aseguran de que el proveedor lo certifique (no encontrarás Coca-Cola, por ejemplo, pero sí un refresco natural que la imita).

Además de Rebeca, el alma de Superchulo es, asimismo, el chef argentino Javier Medvedovsky, gurú del crudiveganismo y la “raw food” creativa, siempre elaborada con productos orgánicos, ecológicos, sin procesar.  Chips de kale con aliño de cebolla y limón, panes artesanos (riquísimo el de queso), gazpachos, rollitos vietnamitas, pizzas de masa madre (como la de higos y queso de cabra) o una de sus estrellas, el “green bao” (teñido con agua de espinacas), son algunos de los platos que hemos probado en una carta que aún no es definitiva y que irá cambiando “como la vida”, asegura su propietaria. Como en su libro, “Espiritual chef”, Medvedovsky pretende aquí “dar de comer” con todo lo que eso conlleva, concienciando sobre la trazabilidad del producto, cómo y dónde se compra, se cocina y se deshecha y cómo todo eso nos afecta a nosotros y al planeta.

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Superchulo abre de la mañana a la noche y pasa por desayunos, almuerzos a la carta (digitalizada y con opción de personalizarse marcando, por ejemplo, los platos favoritos para próximas visitas) o en base a un menú del día (12 euros), “weekend brunch” y cenas.  Cada uno de sus espacios es un reflejo de la niñez, la naturaleza, el día a día, la genialidad de las cosas más sencillas. Cada elemento tiene un porqué, ya esté en el bosque, las cabañas, el patio de recreo o el mercado, como se denominan las diferentes áreas. Superchulo es un proyecto, como la propia Rebeca lo define, “humanitario y ético”.

Manuela Malasaña, 11

Precio medio: 20-25 euros (Menú del día 12 euros)

Tlfn. 910 23 27 06