Y este es uno de los muchos aciertos que tiene la película, no coger literalmente comportamientos y dinámicas narrativas que funcionaban hace cuarenta años, y que en pantalla podrían quedar ridículos, y adaptarlos a los tiempos que corren, haciendo uso de un estilo de humor sencillo pero efectivo, que consigue lo más importante, hacer reír. Otro atino es poner al director de Anacleto: Agente secreto a los mandos, quien ya demostró que era capaz de hacer algo decente y divertido con un mítico tebeo, siempre respetando el material original, rodeándose además de un excelente reparto que logra recordarnos a los personajes originales sin caer en la caricatura.
Después está el problema de cómo plasmar super poderes en pantalla durante grandilocuentes peleas sin presupuestos marvelianos, algo que han resuelto bastante bien todo sea dicho. Pero dentro de sus lógicas limitaciones, hay que tener una cosa bien clara, no han hecho esta película para contentar a quienes añoramos el pasado, sino para entretener a los que van al cine en el presente, y eso lo consiguen con creces, aunque en nuestra cabeza nos la hubiéramos imaginado de otra manera.Mi puntuación: 6/10