Descanso en sentido opuesto al mundo. Sera que eso es lo que me hace diferente a ese puñado de seres habitando esto que llaman mundo.
Sanaron en mi esas heridas que no solía reconocer como propias.
Susurré en tu oído un mensaje desde lo profundo del alma, para alcanzarte.
Sentí en un instante que esos momentos compartidos, fueron excluidos del calendario.. suspendidos en la ilusión de un tiempo que no vuelve más.
Escuche en el inmenso silencio el pedido de un perdón. Sin comprenderlo al principio, me deje llevar por el sentimiento que floreció en ese momento y acompañe ese pedido. Después de un rato, entendí porque esperabas mi perdón.
Supe siempre que dejaste el cielo, para dar cierre a tu infierno. Supe que detrás de una palabra, estaba el verdadero significado de ese deseo interno.
Después de todos los tormentos que atravesé aún sin esa presencia física, sos mi último pensamiento antes de cerrar los ojos y el primero cuando amanece. Eso no cambió, sigue ahí.
De que sirve un perdón cuando está pendiente ese diálogo sincero y profundo que nos debemos.
No hay nada que reprochar, tampoco hay mucho que entender. Es simplemente escucharnos y reafirmar una vez mas, que esta vida nos da tantas vueltas que terminamos en el mismo lugar donde elegimos SER.