Sylvia Bell está segura de una cosa: Sophie, la amiga de su hermana, no se suicidó. Fue asesinada. Sylvia lo sabe porque ella estaba ahí. Todo el mundo cree que sufre de narcolepsia, pero de eso nada: durante esos instantes en que pierde el sentido, Sylvia se desliza dentro de la consciencia de otra persona. Es así como ha visto a su hermana copiar en un examen de mates, o a su profesor tomarse un trago antes de dar clase. Pero nada podía prepararla para el momento en que se encuentra en la mente de alguien que sujeta un cuchillo ante el cuerpo destrozado de Sophie.
Sylvia quisiera contarlo, pero ¿quién le creería? Envuelta en una peligrosa maraña de secretos y mentiras, tiene que descubrir al asesino antes de que éste ataque de nuevo.
14.00 € 296 págs. 28 de marzo de 2012