Taberna Cachivache: Almacén de sabores

En 2013, los hermanos Javier y Paco Aparicio abrieron las puertas de una colorista y deliciosa taberna de autor (es decir, mona, creativa y siempre basada en una excelente cocina) en una tranquila zona del final de la calle Serrano. La memoria nos falla pero seguramente fue antes o muy al principio del “boom” “foodie” de los últimos tiempos, con bastante probabilidad antes de que el “de autor” fuera un apellido común en negocios tan de a pie como este.

Triunfaron, tuvieron la visión de animar un área bastante sosa de Madrid con un concepto rico, asequible y duradero y en 2016 dieron el salto al Retiro, el barrio de tapeo por excelencia de Madrid, para abrir La Raquetista, un negocio más formal, más sofisticado y que marcó de forma muy positiva a crítica y público.

Casi cualquiera habría intercambiado la ubicación de los negocios (nosotros los primeros) pero ellos se atrevieron a marcar la diferencia dejando su barra en la zona noble de Chamartín y trayendo mesas vestidas de blanco a una calle tasquera. Tal vez por eso siga apeteciendo tanto la visita a cada uno de ellos, y es que aún se hacen notar sobremanera en una y otra localización.

Nosotros hicimos el recorrido al revés y les visitamos primero en su proyecto más elegante, del que podéis leer más aquí. Fue hace bien poco cuando, por fin, nos dimos el paseo para viajar a sus orígenes y fue otra historia, por suerte, con final feliz.

Cachivache es más canalla, más divertida. Es más ese sitio en el que no reservas, al que vas con la idea de tomar unas raciones entre amigos, unas cervezas y volver a casa a comer o a cenar pero acabas relamiendo el postre y la copa posterior. Hierro, madera, colores, materiales naturales en mesas altas, toneles, barra, sala y pequeña y alegre terraza la componen. Sus ventanales y la luz natural que se filtra a través de ellos invita a entrar a conocerla y, una vez dentro, el buen ambiente y lo que sale de los fogones, capitaneados por Javier, cautivan del todo.

El producto español es su estrella y a su servicio se pone este experto cocinero que, aunque curtido en la vanguardia catalana, busca en la sencillez y en los formatos para compartir su seña de identidad. ¿Difícil? Sí. Pero lo consigue. Su estilo es reconocible, a pesar de que casi ningún plato es algo que no hayamos visto antes. Pone la técnica al servicio de la materia prima, no la disfraza, da un ligero toque exótico a algunas de ellas para potenciar su sabor, un “twist” sin salirse de lo tradicional, aligera las más pesadas, prioriza las de temporada dentro y fuera de carta y voilà! Finísimos torreznos cocinados a baja temperatura, carrilleras al curry massaman tailandés, canelones de espárragos, mozzarella fresca e Idiazábal, albóndigas de butifarra del valle de Arán con salsa de trufa, tartar de atún con ajo blanco…. Y que no falten, por Dios, ni las bravas, ni la rusa, ni la croqueta; ni el toque dulce de la torrija ni de su tarta de chocolate.

Si hay algo mejor es su precio. El ticket medio no tiene por qué superar los 25 euros y, teniendo en cuenta lo que reposa sobre los platos, es un verdadero regalo.

Serrano, 221

Precio medio: 25 euros

Tlfn. 917 52 41 76