Revista Cultura y Ocio
Tabuka era una taína
que sanaba con las yerbas.
Ella vivía en un monte viejo
lleno de leyendas.
Leía los manantiales
para saber el destino
y cuando se bañaba en ellos
ellos se volvían bandidos.
Todo amaba a la gran Tabuka
de la mano sanadora
y cantaban sus remedios
durante ciertas horas
y se acordaban siempre de ella
cuando alguien enfermaba
y en su bohío perdido en las junglas
a Tabuka la buscaban.
Un día un cacique lloró
cuando se murió su nena
y loco de desventura
corrió a buscar a la vieja.
Al llegar con nena en brazo
Tabuka le dijo: "Sé fuerte:
Llévala al gran Yukiyú,
mi medicina no puede ..."
Y triste puso en jamaca
el cacique a su princesa
y la hizo llevar al Yunke
donde el gran cemí reina ...
ni areytos ni sacrificios
ni cojoba ni nada
logró devolver el jú
a la nena desdichada.
Muy ajeno a la humildad
y sin pesar sus miserias
fue el cacique a donde Tabuka
y dicen que la hizo leñas.
Algunos dicen que la han visto
y otros que es cemí de piedra
otros dicen que murió de vieja
y que al llamarla, despierta.
Soy terrícola, secularista y humanista.