Estaba editando las fotos de este plato pasta y pensando que éste es un claro ejemplo de "quien siembra, recoge" o quizás tiene algo de la moraleja de la cigarra y la hormiga, y que conste que no me van nada este tipo de frases sentenciosas.
Ya sé, seguro que os estáis pensando que a qué viene esto. Pues viene a que, sin esfuerzo ninguno, me he marcado un plato 10, al menos para mis comensales, con un poco de aquí y otro poco de allá.
Sí, sí, sí, tenéis razón, tener el pulled beef listo y las habitas también, no podemos aceptarlo como un poco de aquí y otro poco de allá, pero en este caso es así por que el esfuerzo ya lo hice en otro momento. Y esto enlaza con las frases sentenciosas del inicio. Hace unos días fui hormiga y hoy he podido ejercer de cigarra. Comenzáis a entenderme ¿verdad?
Sé que a veces me pongo
Pues lo mismo casi que para todo. Ya os lo comentaba en las diferentes recetas que he publicado sobre cómo preparar el Pulled Beef, ¿te acuerdas? ¡Échales un vistazo!
Así que la última vez preparé una buena cantidad, aunque nunca es suficiente, y lo conservé para poder utilizarlo en otros platos. Hoy me ha resultado de lo más cómodo y sencillo abrir el tupper y coger la cantidad deseada y es que este tipo de recetas nos vienen muy bien para preparar otros platos con ellas de una manera rápida y sin esfuerzo.
Con las habitas dos tantos de lo mismo. Cuando todavía estaban de temporada, compré, las escaldé y las guardé en un bote hermético con aceite en la nevera. Aguantan bien y las puedo utilizar para ensaladas, revueltos y, en este caso, para un plato de pasta.
También es verdad que las podéis encontrar en el supermercado en cómodos botecitos de cristal, pero siempre que puedo, y tengo tiempo para prepararlas, prefiero no recurrir a las conservas industriales.
Con la pasta, desgraciadamente, no me pasa igual. Es una de mis asignaturas pendientes. Todavía no me he puesto a preparar mi propia pasta fresca, a veces la compro, pero no siempre me resulta fácil comprarla, por lo que si no puedo recurrrir a una buena pasta fresca, pues, por favor, que sea, al menos, una buena pasta.
En esta ocasión he recurrido a los Tagliatelle al bronce de Pastas Romero. Este tipo de pasta, al bronce, es una de mis preferidas, y estos son de muy buena calidad. Si tenéis ocasión, no dudéis en probarlos, aunque desafortunadamente no se encuentran en todos los supermercados.
¡Vamos con la receta!
INGREDIENTES (Aprox. 4 personas):
- 300 gr. de Pulled Beef o Ternera desmigada ( todos los detalles de su preparación en la receta de Sandwich de Pulled Beef con Ensalada de Granada)
- Salsa resultante de la preparación de la carne
- 1 Cebolla grande o dos medianas
- 100 gr. de Habitas escaldadas
- 350 gr. de Tagliatelle al bronce de Pastas Romero
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- Sal y Pimienta
ELABORACIÓN:
- Picamos la cebolla y comenzamos a pocharla en una sartén con un poquito de aceite de oliva. Cuando la
cebolla comience a reblandecerse, salpimentar.
- Mientras, poner a hervir la pasta en abundante agua con sal, siguiendo las instrucciones del fabricante.
- Cuando esté lista la cebolla, añadir la carne desmigada. Le añadiremos un chorrito de la salsa que resulta de la
preparación de la carne. Calentar todo a fuego lento, mientras vamos
mezclando. Reservar.
- Cuando la pasta esté lista, colarla y añadirla a la sartén. Si vemos que falta jugo, añadir unas cucharadas del caldo de cocción de la pasta. Añadir las habitas y con el fuego encendido, mezclar la pasta con la carne y la cebolla durante un minuto.
- Retirar y servir. Se puede acompañar con un poco de parmesano rallado, aunque yo no lo he hecho, el pulled beef ya le aporta mucho sabor.
Bon Appétit!