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TAL VEZ ALGÚN DÍA (por Larry Romántico) Poco antes del ingreso en la universidad, mis compañeros y yo tuvimos la oportunidad de disfrutar de las magníficas clases que nos impartió un catedrático de instituto (no diré el nombre), y que versaban sobre la Introducción a la Tecnología. Nuestro profesor era consciente de que estábamos intentando superar la adolescencia y que, en esa etapa juvenil, era posible que nos interesase conocer algunos de los avances científicos y determinadas perspectivas de lo que podía acontecer en los próximos decenios. Sin embargo, pronto se percató de que, en esos momentos, lo que nos preocupaba era el ligoteo con las chicas, las cañitas con los amiguetes y las partidas de billar. Por ello, no dejaba de llamarnos "comedores de garbanzos" y de decirnos que teníamos "piel de elefante", para tratar de que reaccionásemos ante tanta esclerosis intelectual de la que hacíamos gala. El sueño, la esperanza imposible del catedrático, era que algún día pudiera surgir un hombre capaz de atesorar en su cerebro la mayoría, por no decir todo, el conocimiento existente. Un verdadero "superman" de la intelectualidad, que nos mostrase el camino hacia una verdadera revolución científica y tecnológica, acompañada de un espíritu crítico sin fin. Era un planteamiento muy romántico, que yo no he olvidado nunca. No se equivocó del todo. Nunca nos habló de la informática ni de los teléfonos de bolsillo. En aquellos años nadie los conocía. Faltaba mucho para que los primeros Sinclair Spectrum apareciesen en el mercado. Ahora los ordenadores, las tabletas y los móviles dominan nuestras vidas. Internet se ha convertido en esa especie de hombre del futuro al que se refería nuestro profesor. En apariencia, ahí parece estar una gran parte del conocimiento que circula por este planeta. Pero sólo lo parece. En realidad, no sabemos nada de muchas cosas. Ni siquiera acerca de nosotros mismos. Me ha gustado la entrevista de Jordi Évole a Arturo Pérez-Reverte que presencié ayer mismo en La Sexta. Y estoy convencido, como el entrevistado, de que sólo a través de un modelo de Educación diferente al actual podrán formarse nuevos hombres y mujeres, una generación que sea capaz de abordar los grandes problemas políticos, económicos y sociales que siempre han estado ahí y están aún por resolver. Tal vez algún día un montón de personas que no sean aristócratas, ni políticos, ni obispos, ni banqueros puedan hacerse cargo de esa ingente tarea, con el reconocimiento de la inmensa mayoría de la sociedad. Tal vez algún día se levantará la enorme losa que algunos siguen manteniendo sobre las cabezas de los españoles desde hace siglos.