INGREDIENTES:
- 2 tarrinas de queso Philadelphia
- 550 g de leche condensada
- 2 brick de nata para montar
- 2 hojas de gelatina
- 20 ml de agua
- 3 paquetes de galletas rectangulares
- Leche y azúcar para mojar las galletas
MODO DE HACERLO:
- Ponemos en un plato con agua fría la gelatina a hidratar.
- Echamos la nata en un bol y batimos hasta que se monte.
- Agregamos el queso y seguimos batiendo.
- Cuando todo esté bien unido incorporamos la leche condensada.
- Calentamos en un vaso los 20 ml de agua (no tiene que ser exactamente esta cantidad, puede ser menos, pero no mucho más) y echamos la gelatina, movemos muy bien y lo vertemos sobre la masa anterior. Batimos un poco para que quede todo muy bien mezclado.
- Podemos montar la tarta en un molde rectangular desmoldable, en un marco regulable, como el que yo uso o en un tupper rectangular forrado de papel vegetal que congelaremos para poder desmoldar.
- Echamos leche y azúcar al gusto en un plato. Vamos mojando las galletas en la leche, con cuidado de no pasarnos porque se desharían, colocamos una capa de galletas en el fondo, encima una de la crema y así sucesivamente hasta acabar con una de crema que la dejaremos un poco más espesa que las demás para adornar.
- La podemos meter en el frigorífico directamente, pero a mí me gusta darle un golpe de congelador. La meto a congelar y la saco unas dos horas antes de comer, se desmolda más fácilmente, la decoramos al gusto dejamos en el frigo hasta el momento de comer y ¡¡YA ESTÁ LISTA PARA COMER!!!