Diana, del blog "Como en casa sin gluten", describía esta tarta como: "una delicia que se deshace en la boca con un tacto húmedo dulce y suave en el paladar". Entenderéis que una fan como yo de las tartas con todo tipo de quesos no podía resistirme a probarla.
La tarta es perfecta, porque no tiene ninguna dificultad en la elaboración y no tiene gluten lo que en familias como la mía con un miembro celiaco es una ventaja, ya que evita el tener que hacer postre doble. Vamos con la receta.
Ingredientes:
- 250 gr. de requesón (ricotta en la original)
- 250 gr. de almendra molida
- 175 gr. de azúcar
- 4 huevos
- 30 gr. de leche
- Ralladura de un limón (lima en el original)
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- Almendra fileteada
- Azúcar glass
- Una pizca de sal
Mezclamos bien ayudados por un robot de cocina o cualquier otro procesador, el requesón, el azúcar, la almendra molida, la ralladura de limón y una cucharadita de esencia de vainilla, junto con las yemas de huevo que previamente hemos separado de las claras. Cuando tengamos una masa homogénea reservamos.
Montamos a punto de nieve las claras que teníamos separadas con una pizca de sal.
Con movimientos envolventes mezclamos la masa reservada con las claras montadas.
Ponemos la mezcla en un molde previamente engrasado. Yo he usado uno desmoldable de 22 cm. Damos un golpe seco para que se asiente la masa por igual y metemos al horno que previamente tenemos precalentado a 150º durante 50'
Pasado ese tiempo comprobamos que la tarta está cuajada pinchando con una brocheta en el centro y dejamos enfriar sobre una rejilla antes de desmoldar.
Metemos en el frigorífico, y cuando la vayamos a consumir, la decoramos con la almendra laminada cubriendo toda la superficie y espolvoreamos azúcar glass.
Servir siempre fría
Bon appétit
Fuente: Libro "Respostería y panadería paso a paso" y "Como en casa sin gluten"
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