Casi todas las veces que os he hablado de las tartas saladas os he comentado lo mismo: en casa nos encantan, porque además de ser súper completas (pueden contener prácticamente todos los grupos de alimentos, y convertirse en un perfecto plato único), resultan un modo excelente de dar salida a determinados ingredientes que se nos han quedado en el fondo del frigorífico y/o la despensa. Además, podemos dejarlas hechas la tarde o noche anterior y, al día siguiente, a mediodía, tan solo tendremos que calentarla (o no) durante unos minutillos dentro del horno y la tendremos como recién hecha sobre nuestro plato. Así que, para quienes no tenemos mucho tiempo, nos vienen fenomenal.
Aparte de por todas estas virtudes y bondades, nos gustan simplemente porque están riquísimas. Una base de masa elaborada con una mantequilla de la mejor calidad nos resulta irresistible. Crujiente y con un sabor exquisito. Ñaaaaaaammmmm!!!!! Estoy convencida de que si horneara una masa quebrada sobre una bandeja de horno, sin relleno ni nada, solamente masa, sin ningún acompañamiento más, desaparecería en un abrir y cerrar de ojos. No daríamos tiempo ni a que se enfriara.
Y es precisamente la masa de esta tarta lo que la hace aún más rica. Es dulce. Más dulce incluso que algunas que he preparado como base de determinados postres. Pero combina extraordinariamente bien con el relleno de berenjenas, piñones, tomillo y mostaza.
Si os gustan las berenjenas, no podréis decir "no" a esta quiche.
Tarta de berenjena y piñones:
INGREDIENTES (para dos moldes de 18cm)
- Para la masa:
- 100g de azúcar glas
- 180g de mantequilla
- 340g de harina
- 1 huevo L
- Para el relleno:
- 1 berenjena grandecita
- 1 huevo L
- 250g de queso fresco
- 200mL de nata líquida para cocinar
- Tomillo
- Mostaza
- Queso de rulo de cabra (unos 7-8 medallones)
- Piñones
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta
PREPARACIÓN
- Para la masa:- Mezclamos el azúcar con la mantequilla ablandada y en dados. Añadimos el huevo y batimos hasta integrarlo. Incorporamos la harina tamizada. Mezclamos bien.
- Formamos una bola y la envolvemos en papel film. La introducimos en la nevera durante una hora.
- A continuación, la dividimos en dos y estiramos dos círculos de masa con los que cubrir la base y las paredes de dos moldes con bases desmontables de unos 18cm de diámetro.
- Pinchamos la base varias veces con un tenedor y reservamos dentro del frigorífico.
- Para el relleno:
- Lavamos la berenjena y la cortamos en rodajas finas. Las freímos por tandas en una sartén amplia, con un poquito de aceite. Las dejamos escurrir la grasa sobre un papel absorbente.
- Precalentamos el horno a 200°C.
- Batimos el huevo con la nata líquida. Salpimentamos.
- Añadimos el queso fresco (que previamente habremos chafado con un tenedor), y removemos.
- Extendemos una fina capa de mostaza en la base de las tartaletas y espolvoreamos unos piñones. Vertemos la mezcla anterior en los moldes.
- Repartimos las rodajas de berenjena, desmenuzamos el queso de cabra y lo repartimos por encima, espolvoreamos unos cuantos piñones más, rociamos un chorrito de aceite de oliva virgen extra, y añadimos unas hojitas de tomillo.
- Horneamos 25-30 minutos a 200°C.
¡¡Un besazo!!