El otro día estaba pescando, cuando a mi lado apareció una suerte de top model en pelota picada: la chica era un bellezón en plan Daenerys Targaryen con una melena espectacular que le llegaba a media pierna.
Enseguida le tiré los trastos, obviamente lo tenía que intentar al menos.
Pero ella, mucho poner ojos de cordera que ni mu.
Llegué a la conclusión de que era un poco falta o algo así, borrico que soy. La invité a venir a casa a calentarse, como ella prefiriese, je,je... y se vino de la manita tan campante, dejando más bien poco a mi imaginación, ya de por si bastante calenturienta.
En cuanto llegamos, cogió el ordenador y me escribió su historia a ritmo de swing, que debía saber mecanografía avanzada, porque el teclado echaba humo.
Decía que era una sirenita que había cambiado su voz prodigiosa a una malvada bruja por las dos piernas que la habían traído hasta mí. Y que piernas, ¡gran trato, chata!.
Lo malo de todo esto es que ahora era mortal y padecía de unas agujetas crónicas horribles.
A mí, todo esto me estaba sonando a delirio-tremendo, que aunque uno aquí ha visto "cosas", lo de esta chati era demasiado...
Yo le decía que sí a todo y le daba golpecitos en la mano en plan comprensivo. Mientras, empezaba a imaginarme una vida ideal: además de guapa y con un carácter bastante deshinibido, era muda. ¿Qué más se puede pedir? Total, si tenía una imaginación tan hiperactiva podía abrirse un blog.
En ese momento, le saqué mi tarta de calabaza, naranja y chocolate, y uno de esos tés con la cara de Sergi Arola que venden en el super...
Con la tarta, los ojos le hicieron más chiribitas que a Marujita Díaz, y me dije a mi mismo que la tenía en el bote. Pero al primer sorbo del brebaje del mediachef aconteció la desgracia...
No sólo perdió las piernas, ¡y que piernas!, a cambio de una cola como de pescadilla, sinó que empezo a hablar...
Como os habréis imaginado, la llevé boqueando al río. En mi favor tengo que decir que no me equivoqué en lo de la imaginación, porque ¡si aquello era una voz prodigiosa yo soy el calvo de la lotería!. Ya se sabe: "Por la boca muere el pez".
Tarta de calabaza, naranja y chocolate
(La receta parece muy larga pero se hace en menos de 1 hora)
Para el bizcocho de calabaza
500 gr de calabaza pelada y cortada en dados
300 gr de harina tamizada
150 gr de aceite suave
2 huevos
150 gr de azúcar
2 c.c de mezcla de especias para speculoos*
1 sobre de levadura
Para la mezcla de especias (Sobrará mucha, pero puede usarse para otras preparaciones)
5 c.c de canela
2 c.c de jengibre molido
1 c.c. de clavo molido
1/2 de nuez moscada molida
Para la naranja confitada
1 naranja muy bien lavada u cortada en rodajas lo mas finas posible
300 gr de azúcar
Para el ganaché de chocolate
300 gr de nata liquida
225 gr de cobertura de chocolate negro
Primero hacemos el bizcocho, para ello ponemos a cocer la calabaza con un poco de agua, cuando arranque a hervir tapamos y dejamos a fuego medio bajo 15 min o hasta que esté blanda. Escurrimos y trituramos.
Precalentamos el horno a 190º
Añadimos los huevos y batimos, quedará un puré fino. Ponemos entonces el azúcar, las especias y el aceite y seguimos batiendo.
Cuando la mezcla sea homogenea añadimos poco a poco la harina sin parar de mezclar.
Pasamos a un molde engrasado y metemos en el horno. Bajamos la temperatura a 170º y horneamos en la parte media baja 40 min. o hasta que un palillo salga limpio.
Mientras confitamos la naranja, para ello escaldamos las rodajas en agua, a fuego suave, 10 min.
escurrimos. Ponemos en una cazuela pequeña 150 ml de agua y el azúcar y llevamos a ebullición hasta que se disuelva. Ponemos entonces las rodajas de naranja y dejamos cocer tapadas 1 h a fuego suave, meneando la cazuela de vez en cuando por las asas. Sacamos con cuidado y dejamos escurrir sobre una rejilla. Reservamos el almíbar.
Hacemos el ganaché: Ponemos la nata en un cazo y cuando arranque a hervir incorporamos el chocolate troceado. A fuego bajo removemos hasta obtener una crema. Dejamos enfriar.
Sacamos el bizcocho, dejamos enfriar en una rejilla. Una vez frió lo cortamos por la mitad y bañamos con el almíbar de naranja, cubrimos la parte de abajo con las 2/3 partes del ganaché, 2 y sobre esta colocamos una capa de rodajas de naranja. Colocamos la capa superior del bizcocho.
Pincelamos la parte de arriba con el resto del almíbar y con una espátula extendemos una capa de ganaché por todo el costado del bizcocho.
*La receta de la naranja confitada está inspirada en esta del blog "Mi gran diversión"
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Tarta de calabaza, naranja y chocolate para una señorita nudista
Publicado el 09 diciembre 2013 por SrloboTambién podría interesarte :