Antes de que se acaben las cerezas, tienes que comerte una porción de esta tarta. Dulce, jugosa, crujiente... Sólo tiene un problema: al ser toda de fruta, no vas a hartarte hasta que lleves tres porciones seguidas y sólo si antes de ellas te has comido un buen plato de algún guiso, así que no la prepares cuando tengas invitados, o te quedarás cortas a no ser que hagas dos... o tres...
El enrejado es muy fácil y aunque parezca muy entretenido, se tarda un suspiro. Mira las fotos y verás como todo tiene su truco.
Y cuando se pasen las cerezas, prueba con melocotones, o manzanas, o peras.... no creo que tu nutricionista se eche las manos a la cabeza, porque es tu ración diaria de fruta, ¿no?...
Ingredientes:
- 2 láminas de hojaldre
- 800gr. de cerezas deshuesadas
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- 150gr. de azúcar
- 2 cucharadas de Maizena
- 1 huevo (para pintar el hojaldre)
Preparación:
Maceras las cerezas con el azúcar y la vainilla unas horas (puedes hacerlo la noche antes). Verás que sueltan muchísimo jugo... no te lo bebas.
Forras un molde con una de las láminas de hojaldre. El molde lo eliges a tu gusto: bien desmontable o de los de cristal o cerámica, si quieres presentarlo ahí.
Con la otra lámina, haces el enrejado: no te asustes, es más fácil de lo que parece. Si te fijas, lo primero que haces es cortar las tiras con un cuchillo o cortapizza, procurando que sean del mismo tamaño. Si no tienes pulso, ayúdate de una regla.
Ahora quita tiras alternas, es decir, que quede una sí, otra no...
Pon una de las tiras que has quitado en el centro, que quede perpendicular a las que has dejado, y dobla sobre ella una tira sí y otra no. Coloca otra tira y desdobla las tiras anteriores. Ahora vuelve a doblar pero sólo las que no doblaste antes. ¿Ves qué fácil? Si te fijas en las fotos verás que no es nada complicado.
Continúa el enrejado de esta forma, hasta que lo termines del todo.
¿Cómo lo vas a colocar sobre la tarta sin que se te desarme? No te compliques, simplemente introdúcelo durante una media hora en el congelador para que quede bien firme y puedas manejarlo.
Mientras, enciende el horno y vuelca las cerezas en el molde de la tarta. Cubre con el enrejado y corta el sobrante. Yo me entretuve en hacer una trenza con las sobras, para colocar alrededor de la tarta, pero eso depende de lo que quieras complicarte la vida.
Pinta con huevo batido para que quede dorado y brillante, y hornea 40 minutos a 180º, hasta que quede doradito. Verás que las cerezas empiezan a burbujear y hasta puede que rebose un poco de líquido.
Deja enfriar antes de desmoldar. ¡QUE APROVECHE!!