Lleva un tiempo circulando por la Red esta receta de una "tarta inteligente". La denominan así porque con una sola masa se obtienen tres texturas claramente diferenciadas.
La tarta, claro está, tiene su truco. Al hornearse al baño María, las yemas con el azúcar se convierten en un delicioso flan, el chocolate blanco con la mantequilla queda como una crema semilíquida que hace el efecto de un coulant y la harina con las claras a punto de nieve, al pesar menos, se suben a la superficie y queda un esponjoso bizcocho (según mi hijo Álvaro, un crítico experimentado a sus 14 años, con sabor a tortitas).
Yo he tomado la receta de Pelayo Fernández, de Golosolandia. Él recomendaba dejarla enfriar para que las tres capas se estabilicen, pero en casa no pudieron aguantar y la comimos templada. Estaba escandalosamente buena pues la crema de chocolate blanco fluía al cortar los trozos!!
Para 8 personas:
- 1/2 L de leche
- 4 huevos (separados claras y yemas)
- 1 tableta de chocolate blanco Nestlé Postres (180 g)
- 110 g de mantequilla
- 120 g de harina de trigo
- 75 g de azúcar
- 1 cucharada de esencia de vainilla (opcional)
- azúcar glas para decorar
- frambuesas
Se precalienta el hornno a 180º C con calor arriba y abajo. Se pone en la bandeja de horno una cazuela ancha o recipiente con agua para preparar el baño María.
Se baten primero sólo las yemas con el azúcar y la cucharada de esencia de vainilla, hasta que estén blancas y espumosas y el azúcar se haya integrado perfectamente.
Se añade a la mezcla de las yemas la mezcla de chocolate, sin parar de batir. Se agrega la harina tamizada con un colador y la leche, poco a poco y moviendo sin parar.
Se montan las claras a punto de nieve con una pizca de sal y con ayuda de las varillas eléctricas. Se incorporan a la masa con movimientos envolventes, para que se bajen lo menos posible.
Se forra un molde con papel de cocina y y se vierte la masa. Yo utilicé un moldee alto, para que se vean mejor las capas, pero podéis usar el que tengáis en casa.
Se hornea al baño María durante 30 minutos a 180ºC. Luego se baja la temperatura a 150º, se pone un papel de aluminio para que no se queme la superficie y se deja otra media hora o 45 minutos.
Recién desmoldado antes de decorar
Se saca del horno, se deja enfriar y se introduce, ya frío y desmoldado en la nevera. Se decora al servir espolvoreando con azúcar glas y decorando con frambuesas. Se disfruta...
Mirad las capas de la tarta:
Tarta de chocolate tres texturas