Revista Cocina

Tarta de manzana y nata

Por Elcocinicas76
Tarta de manzana y nata
Hoy una tarta con un diseño más formal. Se trata de una tarta de manzana y nata: aunque no la veáis, la manzana está dentro. La nata está por todas partes. El bizcocho lleva un poco de maicena y se ha decorado con un poco de crocanti de avellanas.
Es una tarta muy ligera que no llena en absoluto. Recomendada para todos los públicos.
Ingredientes:


Bizcocho:
  • 4 huevos.
  • 180 gr. de azúcar.
  • 160 gr. de harina de repostería.
  • 20 gr. de maicena.
  • 1 sobre de levadura en polvo
Relleno:
  • 4 hojas de gelatina neutra.
  • 750 gr. de manzanas.
  • 60 gr. de zumo de limón.
  • 60 gr. de azúcar.
  • 750 gr. de nata para montar (y 2 sobres de gelatina neutra y 110 gr. de azúcar glass, opcionales)
  • 20 gr. de azúcar avainillado.
Decoración:
  • Crocanti de avellana (luego os explicamos cómo hacerlo).
Preparación:
Precalentamos el horno a 180 ºC.
Comenzamos con la masa. Para ello separamos las yemas de las claras y mezclamos las yemas con el azúcar, poco a poco, hasta que nos quede una masa espumosa. Por cada yema añadimos una cucharada de agua caliente.
Tarta de manzana y nata
A continuación añadimos a la mezcla anterior la harina, la maicena y la levadura, mezcladas y tamizadas. Seguimos removiendo y batiendo hasta que todo esté completamente integrado.
Tarta de manzana y nata
Para finalizar, montamos las claras a punto de nieve y las "volcamos" encima de la mezcla de yemas. Con una espátula mezclamos todo, con mucho cuidado, mediante movimientos envolventes de abajo a arriba (para que no se nos bajen las claras).
Tarta de manzana y nata
Introducimos en el horno precalentado y lo dejamos ahí dentro por unos 25 minutos. Al final, obtendremos algo de este estilo:
Tarta de manzana y nata
Para que la tarta nos quede más plana, rebanaremos el saliente de arriba. Lo haremos cuando cortemos horizontalmente el bizcocho, no es necesario cortar ahora.
Continuamos con el relleno.
En primer lugar, ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría.
Cortamos una manzana por la mitad y reservamos. Para que la parte de dentro no se nos reseque, le aplicamos un poco de zumo de limón.
Descorazonamos el resto de manzanas (contándoles historias descorazonadoras, o bien con un descorazonador de manzanas. El descorazonador que las descorazone, buen descorazonador será). Las pelamos y cortamos en cuadraditos pequeños.
Introducimos las manzanas en una olla, agregamos el zumo de limón, el azúcar y 250 ml. de agua. Ponemos a hervir y vamos vigilando y removiendo. Las dejamos cocer unos 10 minutos a fuego lento.
Tarta de manzana y nata
Sacamos la gelatina del agua, la exprimimos y se la añadimos al preparado de manzana.
Al final nos queda algo así:
Tarta de manzana y nata
Montamos la nata a punto de nieve. En mi caso añadí 2 sobres (20 gr.) de gelatina neutra. El objetivo es que la nata tome consistencia. Igualmente, cuando la estaba montando, añadí el azúcar glass junto con el azúcar avainillado (en el momento en que la nata comienza a estar más cremosa y a coger algo de cuerpo).
Cortamos sutilmente la parte de arriba del bizcocho (la que nos había crecido demasiado). Además, cortamos el bizcocho horizontalmente dos veces. Tened cuidado con esta parte, dado que es la más propensa a que ocurran "desgracias".
Tarta de manzana y nata
Ponemos la base sobre un plato y vertemos la mitad de la compota de manzana y una cuarta parte de la nata montada. 
Tarta de manzana y nata
Ponemos encima el siguiente corte de bizcocho y añadimos encima la otra mitad de la compota y otra cuarta parte de la nata montada.
Por último, ponemos encima el último corte de bizcocho y cubrimos totalmente la tarta con la nata montada. Reservamos un poco de nata para los detalles decorativos.
Tarta de manzana y nata
Con la manga de pastelero hacemos montoncitos de nata sobre la tarta. Añadimos unos cortes de manzana de la que reservamos al principio de la receta y decoramos con el crocanti de avellana y unas hojas verdes.
Tarta de manzana y nata
El crocanti de avellana podéis adquirirlo (podéis utilizar el de almendra) o bien podéis hacerlo vosotros mismos (mucho más divertido).  
Para hacer el crocanti pelamos las avellanas. Para ello las escaldamos, metiéndolas en agua hirviendo durante unos segundos. Al sacarlas y escurrirlas os daréis cuenta de que es muy fácil pelarlas.
Las ponemos sobre una superficie limpia y seca que habremos engrasado previamente con un poco de aceite.
Preparamos un almíbar a nuestro gusto. Yo utilicé medio vaso de agua y un vaso de azúcar. Cuando el almíbar esté al punto de hebra, lo vertemos sobre nuestras avellanas.
Dejamos que el conjunto se seque y, a continuación, lo levantamos con una espátula, por ejemplo.
Rompemos los trozos y los machacamos en un mortero o los trituramos. Cuidado con esto último para no reducirlo a polvo!! Yo utilicé el último método y me fue bien. Luego podéis pasarlas por un colador para desechar los restos del triturado.
Eso es todo, que lo disfrutéis!!!!
Tarta de manzana y nata
Tarta de manzana y nata
Tarta de manzana y nata
Tarta de manzana y nata
Tarta de manzana y nata
Tarta de manzana y nata
Tarta de manzana y nata
Tarta de manzana y nata

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