Revista Cocina

Tarta de membrillo

Por Lacajita
Tarta de membrillo
Nunca compro membrillos y aunque una vez hice dulce de membrillo, fue hace muuuuuchos años. Recuerdo a mi abuela prepararando tarteras de membrillo, pero es un dulce del que puedo tomar un poco con queso de forma puntual y poco más. Entonces os preguntaréis el porqué de esta tarta, pués es muy sencillo. Si hay algo que me da una envidia increible, es la gente que tiene huertos, frutales o productos de granja frescos. Hace unos días Rosalía, de Rossgastronómica había recibido un cargamento generoso de membrillos de un conocido y me ofreció algunas piezas. La respuesta fue un si contundente, no sabía que iba a hacer, pero me apetecía mucho utilizar esta fruta.
Tarta de membrillo
Ya con ellos en mi poder me acordé de una tarta que publicó en su día Encar, una simpática bloguera que conocí en una kedada y que espero que algún día vuelva a publicar en su blog Encar's bakery. No he seguido su receta porque he preferido hacer la masa quebrada tal y como yo la hago y además me apetecía potenciar el membrillo con un toque acido del limón, pero la idea de la tarta si que es suya. 
Un resultado sorprendente, una tarta fresca y jugosa que repetiré aunque no sea con unos hermosos membrillos de cosecha.
Os dejo la receta y el paso a paso.
Ingredientes:
Masa quebrada:
  • 300 gr. de harina de repostería
  • 125 gr. de mantequilla
  • 80 gr. de azúcar glas
  • 70 gr. de agua fría
  • 1 cucharadita de café de levadura química (tipo Royal)
  • una pizca de sal 
Relleno:
  • 4 membrillos grandes
  • 150 gr. de azúcar
  • 1 sobre de gelatina de limón
  • 1 limón
  • 1 huevo (para pincelar la masa quebrada)

Elaboración:
En un bol ponemos la harina, hacemos un hueco en el centro y añadimos la mantequilla cortada en cubos pequeños y el resto de los ingredientes, se mezcla con las manos y amasamos ligeramente hasta tener una masa lisa. Metemos la masa en una bolsa de plástico y la dejamos en el frigorífico durante 15 minutos.
Podemos amasar todo también en la amasadora o en la Thermomix. En esta última ponemos todos los ingredientes en el orden que están arriba y pogramamos 15 segundos velocidad 6. Volcamos la masa que estará como grumos gordos en la encimera y la amasamos ligeramente igual que en el punto anterior.
Tarta de membrillo
Podemos hacer también la masa al estilo de mi tía Nina, lo podéis ver en la tarta Tatín.
Sacamos la masa del frigorífico y la extendemos con el rodillo. Si lo hacéis entre dos trozos de film de cocina se hace mucho mejor y no se pega. Engrasamos un molde bajo de 25-28 cm y cubrimos con la masa quebrada apretándola bien por toda la superficie. Volvemos a meter en el frigorífico otros 15 minutos y luego pinchamos la superficie con un tenedor y la pintamos toda con huevo batido para que se dore. Metemos en el horno que previamente habremos precalentado a 180º y la dejamos cocer durante 15-20 minutos aproximadamente. Sacamos y dejamos enfríar.
Tarta de membrillo
Mientras tanto, limpiamos los membrillos con un paño húmedo y los pelamos, reservando las pieles. Cortamos en cuartos y quitamos la parte central donde están las semillas y juntamos todo con las pieles. En una cacerola ponemos a hervir las pieles junto con los corazones de los membrillos durante 25 minutos.
Tarta de membrillo
Cortamos en cuadrados en trozos no muy grandes los membrillos y los rociamos con el zumo de un limón para evitar la oxidación lo más posible.
Tarta de membrillo
Cuando las pieles y centros hayan infusionado bien, colamos el jugo y metemos en él los trozos de membrillo y el azúcar. Lo dejamos hervir a fuego medio hasta que veamos que la fruta está tierna pero con consistencia. 
Tarta de membrillo Colamos de nuevo y cogemos 1/2 litro de este jugo, disolviendo en él el sobre de gelatina de limón. Dejamos que la gelatina se enfríe un poco (ojo, sin que llegue a solidificar). También esperamos a que los trozos de membrillo estén templados o frios.
Tarta de membrillo
Colocamos los trozos de fruta en la tarta y rociamos la gelatina por encima. Dejamos enfríar en el frigorífico. Servimos fría.
Tarta de membrillo
Bon appétit


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