No se si a vosotros os pasa, pero hay veces que planificas con bastante antelación la elaboración de una tarta o un postre. Llegado el día lo tienes todo preparado y los hados se ponen en contra y al final lo que sale no es el resultado esperado. Sin embargo, otras veces te pones a improvisar de forma rápida y el resultado es mucho más satisfactorio.
Esto último es lo que me pasó el pasado día del Carmen. Aprovechando que este año caía en sábado, nos íbamos a acercar a comer con mi madre para felicitarla. Normalmente los santos en Madrid no se celebran mucho, por lo que en un principio no caí en preparar nada especial para llevar, pero al levantarme por la mañana temprano me dije: ¡Anda Elena anímate y prepara aunque sea un bizcocho para el café!
Con esa idea abrí los armarios para coger azúcar y harina, y me encontré con unos kumquats en azúcar que había comprado hacía algunos días y que no recordaba que los tenía y enseguida pensé en incorporarlos al bizcocho. Los kumquats o quinotos, son unas naranjas enanas que se cultivan en maceta y sirven de decoración en terrazas y jardines y se comen sin pelar. Pero pensé que si usaba los kumquats el bizcocho estaría mejor si se aromatizaba con azahar y canela, ¿y si además le pongo algo de fruta?. Abrí la nevera y cuando vi las nectarinas dije: ¡estas! Me puse manos a la obra y francamente el resultado me encantó. Salió una tarta jugosa y nada empalagosa, así que os cuento como la hice.
2 nectarinas frescas, 75 ml. de leche, una cucharada sopera de aroma de azahar, 150 gr. de azúcar, 175 gr. de harina, un sobre de levadura, 100 gr. de mantequilla derretida, 1 cucharadita de canela, 100 gr. de kumquats (naranjas enanas) en azúcar, 50 gr. de gotas de chocolate y para la cobertura 25 gr. de mantequilla + 3 cucharadas de azúcar.
Como siempre, lo primero que hago es precalentar el horno a 180º. Luego derretimos los 25 gr. de mantequilla para cubrir el fondo del molde y los mezclamos con las 3 cucharadas de azúcar. Engrasamos el molde con un pincel para cubrir bien todos los rincones y a continuación vertemos la cobertura.
Cortamos las nectarinas en gajos y las colocamos en el fondo del molde
Mientras tanto mezclamos la leche con el aroma de azahar y reservamos.
En un bol batimos los huevos con el azúcar, hay que trabajarlo bien, así que yo cogí las varillas eléctricas, pero nada mas empezar a batir se me soltó una varilla (era la segunda vez que me pasaba, así que han pasado a mejor vida) y al final me toco coger las varillas manuales, que por cierto son con la forma de calamar muy cucas. Me las trajo mi hija hace unos años cuando estuvo en Paris (cuña publicitaria para que vea que uso todo lo que me regala, je, je). Hay que batir muy bien hasta que quede una crema algo espesa.
Ahora mezclamos el harina con la levadura y la canela y vamos incorporando poco a poco esta mezcla a la mezcla de huevo y al mismo tiempo vamos incorporando la leche que teníamos reservada (Si ya digo, a veces tenemos que ser como pulpos y encima haciendo fotos)
Derretimos la mantequilla y la incorporamos también a la mezcla, junto con los kumquats cortados por la mitad y los incorporamos con cuidado a la mezcla y por último añadimos unas gotas de chocolate. Esto lo hago sobre todo por mi marido que es choco-adicto.
Vertemos todo en e molde y horneamos durante 40' aproximadamente.
y dejamos enfriar sobre una rejilla antes de desmoldar y dar la vuelta
Y ya tenemos nuestra tarta.
¿Os apetece un trocito?
Bon Appétit