Una tarta que ha sido reproducida millones de veces, que ha sido elogiada desde Turquía a Japón y está entre las 10 mejores tartas de queso de España, que el propio restaurante, ante tal demanda, las hace ya por encargo...¿que queréis que os diga? ¡Había que prepararla y traerla al blog!
Antes de ir a la receta os diré que está deliciosa, en casa ha gustado muchísimo (tampoco es difícil porque mi Danny tiene buen comer) y es una de esas tartas con la que vas a triunfar si o si. Muy sencilla y divina ¿qué más se puede pedir?

Ingredientes: 500 g mascarpone; 200 g azúcar; 4 huevos M/L; 1 cucharada harina; 250 ml nata 35%.
Preparación: En el bol de la amasadora poner el mascarpone con el azúcar y accionar las varillas para mezclar bien y deshacer los grumos. Ir añadiendo los huevos uno a uno a medida que se vayan integrando en la masa. Añadir la cucharada de harina y seguir batiendo a velocidad baja. Finalmente añadir la nata poco a poco sin dejar de batir.
Precalentar el horno a 200 ºC (calor arriba y abajo sin ventilador). Forrar un molde con papel de horno y verter la mezcla dentro. Hornear durante 45 minutos. Sacar del horno y dejar atemperar (si véis que el contenido aún se mueve no pasa nada, es normal). Quitar el molde y con papel incluido pasar la tarta a un plato y dejar en la nevera una noche (así está mucho más rica).
Quitar el papel y servir. Es una tarta rústica, como a mi me gustan, y de sabor...os dejo que la probéis y juzguéis por vosotros mismos.


