INGREDIENTES
-Para la base:
- 24 galletas tipo María
- 75g de margarina "light" fundida
- 500g de queso fresco
- 410mL de leche evaporada
- 250mL de agua
- 1 sobre de gelatina de limón
- 2 cucharadas soperas de edulcorante en polvo
- Mermelada de arándanos
- Arándanos frescos
- unas flores y hojas de oblea
PREPARACIÓN
- Triturar las galletas. Meterlas dentro de una bolsa de congelación, cerrarla y pasar por encima un rodillo enérgicamente hasta que estén bien trituradas (no tienen que quedar echas polvo, también es importante que queden algunos trozos más grandes).
- Mezclar las galletas trituradas con la margarina fundida hasta que quede una pasta homogénea.
- Extender sobre un molde alto y desmontable de 18 centímetros de diámetro. Introducir en la nevera un rato para que se vaya endureciendo.
- En un bol grande, añadir el queso fresco y triturarlo con la ayuda de una batidora eléctrica. Agregar la leche evaporada y seguir batiendo hasta que no quede ningún grumito. Reservar.
- A continuación, en un cazo poner a calentar 250mL de agua. Cuando empiece a hervir, retirar del fuego y añadir el sobre de gelatina de limón. Remover hasta su compelta disolución (ya fuera del calor).
- Verter la gelatina sobre la mezcal de queso y leche evaporada. Mezclar.
- Añadir dos cucharadas soperas de edulcorante en polvo y remover un poco más.
- Sacar del frigorífico el molde de tarta y verter con cuidado sobre la base de galletas la mezcla anterior.
- Introducir de nuevo en la nevera durante más de 24 horas para que obtengamos un relleno perfectamente cuajado y no nos dé problemas cuando la vayamos a servir.
- Una vez que tenemos la tarta bien fría, añadir sobre la parte superior la mermelada de arándanos (sin quitar aún el aro del molde).
- Retirar el aro del molde y decorar con unos cuantos arándanos frescos y unas flores y hojas de oblea.