Revista Cocina
Cada cierto tiempo toca poner alguna cosilla dulce. Hoy le ha tocado a esta tarta, os la voy a explicar enseguida porque ya veréis que no tiene complicación alguna.
Las tartas de queso llevan estando de moda años, actualmente han ido cambiando y modificando sus ingredientes y técnica para entrar en ocasiones en la sofisticación. Se ven verdaderas obras de arte, incluso en las redes, no es necesario encontrarlas en pastelerías de renombre ¡qué envidia me dan!
Mi tarta es normalita, pero gusta porque queda bonita, deliciosa, y está al alcance de cualquiera que con un poco de tiempo y ganas se ponga con ella. Mi fuente de inspiración se la debo a C. Bretherton. Os la dejo:
Ingredientes:
Para la base:- Galletas María 200 g.- Mantequilla 75 g.
Para la tarta:- Queso Philadelphia 500 g.- Azúcar 75 g.- Nata 35 %, 140 ml.- Zumo de 3 limones.- Ralladura de 3 limones.- Gelatina neutra 6 hojas.- Cerezas en almíbar 400 g.- Almíbar de las cerezas.
Elaboración:
Triturar las galletas. Fundir la mantequilla y mezclarla con ellas. Forrar un molde desmontable redondo de unos 20 cm. con papel vegetal y extender sin apretar demasiado para que no se quede compactada en el fondo, y al solidificar luego cueste cortarla. Ponemos en el frigo mientras preparamos el resto.
Mezclar el queso, el azúcar y las ralladuras. Batir.
Montar la nata firme.
Juntar las dos preparaciones con cuidado de no revolver demasiado.
Hidratar la gelatina troceada en el zumo de los limones. Después de diez minutos, llevar a fuego bajo en un cacito y calentar hasta que se haya disuelto.
Reservamos la gelatina esperando que esté fría y a continuación la unimos al preparado, teniendo precaución de integrarla bien.
Volcamos sobre la base de galletas y dejamos que solidifique dentro del frigo, al menos seis horas.
Calentamos el almíbar de las cerezas y dejamos reduciendo a fuego bajo cinco minutos. Esperamos que se enfríe.
Cubrimos la superficie de la tarta con el almíbar. Colocamos las cerezas encima de la tarta.
Dejamos en la nevera hasta la hora de servir, entonces desmoldamos.