Tarta de yogur y fanta de limón sin horno. Hoy os voy a presentar una tarta rara, aunque también se trata de una tarta fácil y refrescante. Llevar esta tarta a la práctica es supersencillo y, como en el caso de otras tartas sin horno que os he presentado (véase la tarta de yogur y cerezas con mascarpone sin horno) nos va a dar mucho juego para añadir otros ingredientes que nos gusten más.
Sin exagerar, creo que es la tarta más fácil que he publicado hasta la fecha. Los ingredientes son muy accesibles y la preparación casi que la podéis hacer mientras estáis arreglando vuestra cocina. Un poquito de fanta de limón, yogur, gelatina y galletas para la base. La decoración la dejo en vuestras manos...
Como os comentaba, una de las cosas que más me gustan de esta receta es que da mucho juego para que sustituyáis unos ingredientes por otros. Yo he utilizado fanta de limón porque es lo que tenía a mano en la nevera, pero si os gusta más otro refresco o bebida, lo podréis utilizar sin problemas.
La cobertura es de yogur porque me parece algo ligero, pero igual podéis gelatinizar nata, queso o una combinación de ambos...
Poco más que añadir, así que vamos a la cocina!!!
Ingredientes de la tarta de yogur y fanta sin horno:
Base de galletas:
- 100 gr. de galletas María.
- 50 gr. de mantequilla.
- 100 ml. de agua.
- 1 lata de 330 cl. de fanta de limón.
- 1 sobre de gelatina con sabor a limón.
- 500 gr. de yogur azucarado.
- 50 gr. de azúcar.
- 10 gr. de azúcar avainillado.
- 1 sobre de gelatina neutra.
La preparación de esta tarta de yogur sin horno es de lo más sencillo. En primer lugar, comenzaremos preparando la base de galletas.
Preparamos un molde desmontable, forrando la base con papel de hornear.
Trituramos las galletas y derretimos la mantequilla. Mezclamos en un bowl las galletas con la mantequilla derretida y repartimos/esparcimos sobre la base del molde, dando forma a la base de la tarta.
Metemos en la nevera.
A continuación, preparamos la gelatina de fanta de limón. Para ello, vertemos la fanta sobre un bowl. En un cazo, diluimos a fuego medio la gelatina de limón con los 100 ml. de agua. Una vez que la gelatina esté bien diluida, la vertiremos sobre la fanta. Mezclamos bien y reservamos en la nevera.
Cuando la base de la tarta esté dura y la gelatina haya adquirido la consistencia adecuada, repartiremos la gelatina sobre la base de la tarta, procurando que no ocupe todo el diámetro de la base (para que la fanta no se vea desde fuera).
Para hacer la operación anterior, introduje la fanta gelatinizada en una bolsa de plástico y corte uno de los picos, simulando una manga pastelera. Con este artilugio, repartí la gelatina sobre la base de la tarta.
Introduciremos en la nevera el molde con la base y la gelatina.
Por último, preparamos la crema de yogur. Para ello, mezclamos el yogur con los dos tipos de azúcar. Batimos bien. Cogemos 5 o 6 cucharadas de esta mezcla y las ponemos en un cazo junto con la gelatina neutra. Disolvemos la gelatina a fuego medio. Vertemos la preparación sobre el resto del yogur y volvemos a batir un poco para que se reparta homogéneamente.
Sacamos el molde desmontable de la nevera y vertemos encima la crema de yogur.
Dejamos en la nevera un par de horas mínimo, hasta que la crema de yogur se haya gelatinizado.
Por último, desmoldamos con cuidado y decoramos con lo que más nos guste. En esta ocasión quería simplicidad, así que utilicé unas humildes neulas de chocolate: unos barquillos cubiertos de chocolate.
Y eso ha sido todo. Esta tarta de yogur y fanta puede resultar poco convencional, pero os aseguro que es muy refrescante, ideal para los días calurosos. Además, es una tarta muy ligera, no llena mucho y cuando queráis daros cuenta seguro que os habéis comido un buen trozo.
Nos vemos pronto. Buen provecho!!!