Desde que vi esta tarta en la red tuve ganas de hacerla. La oportunidad vino de la mano de la revista Postres de Lecturas que la incluía en su especial.
Mis sobrinas estaban entusiasmadas y mi hijo Álvaro, un nutellólogo empedernido ha aplaudido en cuanto ha visto la tarta. Tendré que hacer una versión para mi ahijada Jimena, pues es intolerante a los frutos secos.
La ventaja es que sólo cuenta con tres ingredientes (bueno, yo añadí un poco de canela) y la crema y la masa ni siquiera hay que hacerlas.
Os animo a que la horneéis, pues está muy rico y a los niños les va a encantar tanto su aspecto como su sabor.
Para 4-5 personas:
- 3 láminas de masa brisa refrigeradas
- 100 g de Nutella o Nocilla
- 1 huevo
- canela (opcional)
Se desenrrollan las masas y se cortan en redondeles de 24 cm de diámetro. Si no queréis recortar os saldrá una tarta más grande.
Se pone un papel sulfurizado (el que viene con la masa) y encima la masa. Se unta con Nutella, sin llegar al borde.
Se cubre con la otra masa y se vuelve a untar de nuevo. Se cubre con la tercera y se coloca una taza pequeña o vaso en el centro de la tarta para empezar a hacer los cortes. Así:
Se enrolla o pliega cada triángulo un poco, cada uno en un sentido. Si empiezas a enrollar hacia la derecha el contiguo será hacia la izquierda. Es muy sencillo.
Se espolvorea con canela (opcional) y se pinta con huevo batido.
Se hornea a 180ºC con calor arriba y abajo durante 50 minutos. Creo que quedaría más tierna con un poco menos de tiempo de horneado.
Es preciosa, verdad?
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