Los fines de semana son los únicos días en los que comemos toda la familia juntita. A diario no coincidimos todos y no es posible plantearse sofisticaciones ni por las prisas, ni a efectos prácticos. Por eso me gusta preparar postres los sábados y/o domingos para celebrar que estamos todos en torno a la mesa.
Esta receta es extremadamente sencilla y rápida. Realmente es como una tortilla dulce con la textura compacta que le aporta el queso. Sólo tiene 3 ingredientes (bueno, cuatro contando la esencia de vainilla) y lo podéis acompañar de vuestra mermelada favorita o de helado de vainilla, chocolate, caramelo líquido o lo que os plazca.
Para 8 personas:
- 4 huevos
- 1 tarrina de queso para untar (300 g)
- 100 g de azúcar
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- mermelada
- unas hojas de menta
Se ponen los huevos en un bol grande y se baten con el azúcar. Se agrega el queso y la cucharada de vainilla y se sigue batiendo hasta obtener una crema homogénea.
Se vierte la preparación en el molde y se hornea por espacio de 20-25 minutos. Se prueba con la punta de un cuchillo o con una aguja y si sale limpia es que ya está hecho. Se deja enfriar.
Se decora con la mermelada, azúcar glas y unas hojas de menta.