Revista Cocina
Ya está aquí nuevamente, no ha hecho más que comenzar Diciembre, y ya brillan las luces en las calles principales de las ciudades, ya están adornados los escaparates y suenan las típicas canciones navideñas, cada vez se adelanta La Navidad un poco más, llegando a todos los rincones, estando presente en todo momento, por todas partes entra en nuestras vidas.
La Navidad, es una gran fiesta especialmente para los Cristianos que llega, contagia y se comparte por todos los confines del mundo. Una época de paz, de recogimiento, donde por unos días desaparecen las diferencias, se valoran los lazos de unión y cariño; fechas en las que las familias y amigos se reúnen alrededor de una mesa, comparten comidas, bebidas, derrochando buenos deseos y esperanzas prometedoras, intentando olvidar y dejar de lado la rutina cotidiana.
Casi sin darme cuenta nos hemos acercado nuevamente a Navidad, fiesta espiritual, que cada vez con más énfasis se ha ido convirtiendo en la época más consumista del año; siempre me viene a la memoria y con profunda añoranza mis recuerdos de infancia, donde eran días de magía, cuando familia, amigos incluso vecinos compartían momentos llenos de pequeños pero a la vez, sencillos y grandes detalles.
Nos mentalizamos, creemos que estas fechas que se avecinan la gastronomía tiene que ser sinónimo de platos especiales, nos “bombardean” con “menús especiales” para cada día, ingredientes y productos que hay que consumir y platos que preparar, sí o sí……si no, no es Navidad.
Debemos parar un momento y pensar que la comida no debería ser lo esencial, pienso que lo verdaderamente importante es el “cariño” que se ponga en la mesa, no sólo esos días, sino cada día de nuestras vidas. Estoy totalmente convencidad de que no por ser Navidad hay que comer lo que parece que no hemos comido en todo el año y que durante todo el año, se debería hacer de cada día una “fiesta” en nuestra mesa…..
Tenía pendiente de publicar ésta idea de tartaletas desde hace cerca de dos meses, un dia por otro ha ido quedando como otras muchas, atrás y pendientes de subir al blog…y no quiero que coincida su publicación con ninguna fecha en concreto…si les gusta, tomen nota de la idea, es sencilla, simple, fácil y rápida de preparar, les invito a ponerla en su mesa cualquier día del año, que hagan de cada día, un día único e irrepetible.
En “Mi cocina” todos los platos, todas las recetas pueden servir en cualquier fecha ya que todas tienen el ingrediente primordial, están llenas de cariño.
¿Cómo he hecho las tartaletas?La base, así de pequeñita las suelo comprar ya hechas en cualquier gran superficie, sobre todo en Carrefour o en El Corte Inglés….son las mismas que uso para hacer las MIGNARDISESestos dulces pastelitos.
Para el relleno de las tartaletas:
Escurrir una lata de atún en un colador, presionando para que no quede prácticamente aceite.Cortar cebolleta en trocitos muy pequeños.Preparar una mayonesa (En el vaso de la minipimer poner un huevo, una pizca de sal y aceite de oliva virgen, dándole a máxima potencia hasta conseguir la consistencia deseada)Mezclar el atún, la cebolleta y la mayonesa y repartir la salsa en las tartaletas, decorándolas al gusto. En ésta ocasión puse mejillones cocidos (pueden usar natural enlatado), langostinos cocidos, trozos de atún, anchoa, zanahoria y remolacha en conserva, maíz, huevo duro, pepinillo o cualquier producto al gusto….derrochando imaginación y combinando como deseen) Si me preguntan ¿Qué menú prepararás en Navidad? Responderé lo que siempre digo: “Papas fritas y huevo”……