Definitivamente, siento una debilidad absoluta por el chocolate. Todos los días tengo que comer aunque sea una simple onza, y si es negro, mejor que mejor.
Tenía en casa una lámina de pasta brisa y me encantó el contraste del chocolate con el pimentón. Si no os convence, siempre podréis sustituir el pimentón por canela molida, jengibre en polvo o unas simples almendras o avellanas picadas.
Para 6-8 tartaletas:
- una lámina de pasta brisa
- 200 g de chocolate negro
- 2 huevos medianos
- 250 mL de nata
- 1 cucharadita de pimentón (dulce o picante a vuestro antojo)
Se precalienta el horno a 180ºC. Mientras, se estira la masa brisa con el rodillo y se cortan seis círculos poniendo el molde de tartaleta al revés y ampliando medio centímetro el contorno del círculo.
Se colocan los círculos de masa en los moldes, se ponen unos garbanzos encima, se cubren con papel de horno o de aluminio y se hornean unos 12 minutos, aproximadamente.
Se calienta la nata con el pimentón y se disuelve en ella el chocolate troceado. Se deja derretir y luego se templa un poco.
Se incorporan al chocolate con la nata los huevos batidos y se mezcla todo con una espátula. Se sacan las tartaletas del horno, se retira el papel y las legumbres y se rellenan con la mezcla de chocolate y huevos.
Se hornean durante 20 minutos a 180º C. Se retiran del horno, se espolvorean con pimentón (o con canela o frutos secos picados) y se sirven. Se pueden degustar tanto fríos como calientes. Se puede preparar en forma de tarta grande.