Puede que muchos de vosotros la conozcáis. Yo la descubrí hace poco tiempo y, con todo lo que me gusta escribir sobre productividad y todo lo que ya he escrito en este blog, me parecía una idea brillante para un post. La Técnica Pomodoro es un método de administración del tiempo que surgió a finales de los 80 de la mano de Francesco Cirillo.
Recibe su nombre por el reloj de cocina que Cirillo utilizó para desarrollar la técnica cuando estudiaba en la universidad (“pomodoro” tomate en italiano). Este reloj es el protagonista del método, que lo usa para dividir el tiempo dedicado a un trabajo en intervalos de 25 minutos separados por pausas de 10 minutos.
De tal manera que si tienes una tarea o varias que realizar y te cuesta mantenerte enfocado en ellas, la Técnica Pomodoro puede serte de utilidad, ya que al constar de pequeños intervalos de tiempo dedicados a la tarea y de pequeños descansos intermedios, tu productividad aumenta sin que tu capacidad de concentración o tu dedicación se vean mermadas por el cansancio o la saturación.
Según Cirillo, la acción de hacer girar el reloj, confirma físicamante la determinación de la persona para comenzar a realizar su tarea y como es el reloj el que avisa sobre la pausa, mantenerse focalizado en realizarla se hace más sencillo.
Los cuatro consejos a la hora de aplicar la técnica que da el propio Cirillo son:
1. Trabaja con el tiempo, no contra él:
Generalmente, las personas trabajamos contra el reloj para terminar nuestras tareas, cumplir los plazos que nos han asignado, etc. ¿Cuántas veces has sido consciente de que debías ponerte a ello y al final has acabado dejándolo para el último momento por la pereza que te daba sólo pensar en el tiempo que te iba a ocupar? Según Cirillo, la Técnica Pomodoro enseña a trabajar con el tiempo, ya que es un sistema de gestión del mismo. Además es simple deaprender y, a medida que se usa, se puede crear un hábito de trabajo sin apenas darnos cuenta.
2. Deja de sentirte quemado:
Al dividir las tareas en periodos de 25 minutos y en pausas, nuestro trabajo es más productivo que si nos dedicáramos tres horas sin parar. Si examináramos a dos personas (una que usa la Técnica y otra que no) en un periodo de tiempo de, por ejemplo, cuatro horas. ¿Cuál de las dos crees que estaría más cansada y quemada con su tarea al cabo del tiempo?
3. Gestiona las distracciones:
Cuando estamos inmersos en una tarea, nos surgen mil formas de distraernos. Un mensaje de Whatsapp, una frase brillante para un tuit o recordar de repente que tenemos que ir a hacer la compra. Todas estas distracciones son absolutamente inevitables pero, según Cirillo, al administrar el tiempo en intervalos de 25 minutos, el tiempo que le dedicas a la tarea, estás totalmente focalizado en ella, dejando para las pausas otros temas que serían una distracción si trabajaras de forma constante.
4. Productivos y procrastinadores, ¿se puede ser las dos cosas?
Muchos de nosotros nos sentimos mal a la hora de tener tareas pendientes y ponernos a procrastinar, mirando páginas en Internet, haciendo algo que puede esperar o perdiendo el tiempo en general. Según Cirillo, la Técnica Pomodoro ayuda a la productividad y nos ayuda también a ser conscientes de nuestro propio tiempo libre. Elaborando un plan de trabajo basado en la Técnica (dividiendo la técnica en periodos de trabajo y en pausas), podremos cumplir unos plazos que nos hagan sentirnos productivos y a la vez, si lo hacemos bien y somos fieles al reloj, podremos disfrutar del tiempo libre que nos quede una vez que tengamos la tarea realizada. Crearemos así un balance entre trabajo y tiempo libre.
¿Qué te ha parecido esta técnica? ¿Crees que puede realmente es útil? ¿Cómo te divides tú el tiempo para cumplir con todas tus tareas? ¡Cuéntamelo!
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