Buenos días chicuelos,
volvemos a la carga un lunes más con las pilas bien puestas porque la semana pinta complicada y dura... en fin, nada mejor para encarar un lunes de trabajo que un momentito de relax y abstracción, y eso es lo que voy a tratar de daros con el Teaser Monday de Solo Si Es Contigo de Roma García, una novela de la que en breve tendréis la reseña.´
Se trata de una novela que gracias a su autora he tenido el placer de disfrutar... una obra con unos personajes distintos a los habituales, diferentes en cuanto a sus estilos de vida y con una problemática que yo nunca había encontrado en ninguna historia... aunque eso no quita que seguramente exista alguna otra novela que lo toque.
Espero que disfrutéis de este avance y que os despierte la curiosidad tanto como lo hizo conmigo.
Os dejo con el Teaser Monday de Solo Si Es Contigo para que se os despierte el bicho de la curiosidad hasta la publicación de la reseña y disfrutéis del estilo de esta autora que me ha encantado descubrir, Roma Garcia.
Espero vuestros comentarios 💕💕
No tardo mucho en llegar a pesar de que doy un par de rodeos, pues aún no sé el camino con exactitud. Nada más entrar, veo cómo sor Lucía está repartiendo varias tostadas con mermelada. —¡Sor Lucía!—¡Querida! Después de una semana esperando, creía que ya no vendrías.—Ya, bueno…, no estoy bien y tras estar en casa sola durante una semana, pensé que lo mejor era venir para que me diese un poco el aire.—No voy a preguntarte. Cuando estés bien me lo cuentas, ¿de acuerdo?Asiento.—Pues mira —me dice mirando a todos los sintecho que están comiendo—, aquí siempre puedes desconectar. Todos tienen una historia más que apasionante que hará que le des un buen planteo a la tuya, ya lo verás. Ponte este delantal y ven conmigo.La miro con admiración mientras me pongo el delantal rojo que me ha dado. En mi pecho tiene un recuadro donde, supongo, tienen que escribir mi nombre.—Mira, tu sitio va a ser este, cariño. Trabajamos en cadena y cada persona tiene que pasar por la barra para conseguir toda la comida. Tú vas a ser siempre la primera, por lo que en el desayuno darás el pan, y en el almuerzo y la cena el primer plato, ¿de acuerdo?—¡Estupendo!—Un segundo, nos falta el último detalle —me indica con un rotulador permanente en la mano—. Vamos a poner aquí tu nombre para que todos sepan cómo te llamas.Veo que escribe «Amaia» con un pulso un tanto inexacto y sé que lo hace con el mayor cariño y atención de todo el mundo.—¡Terminado! Ahora todos saben que eres Amaia. Así que, ¡a dar tu vida a los demás! —me dice yéndose a la parte trasera. Parece que ella es quien va preparando la comida.En cuanto me coloco en posición, miro hacia delante y veo que tengo una gran fila de personas esperándome. Error de principiante, supongo. Con mucha prisa, me dedico a darle a cada uno un buen trozo de pan. Con tan solo ver la mirada que me ponen cuando les pongo un trozo de comida en la bandeja, sé que su situación no es que sea la mejor del mundo.Mientras yo me estoy quejando de que mi novio, el gilipollas, está con otra, hay muchas otras personas que ni siquiera sabían si iban a sobrevivir hasta el día siguiente porque no tienen cómo arroparse.Sin duda, venir aquí me está sirviendo para darme cuenta de muchas cosas, a pesar de que no llevo más de dos horas. Estoy totalmente segura de que si alguna vez consigo hablar con alguno de ellos, mis lágrimas caerán tan rápido como el agua de las cataratas del Niágara.Mientras salgo de mi ensimismamiento veo que, a lo lejos, casi al final de la fila, está el mismo hombre que vi hace varios días. Su mirada es inconfundible. Ese hombre, con su peculiar melena y su larga barba, además de sus profundos ojos verdes, invitan a entrarSolo Si Es Contigo de Roma GarcíaPágina 80 - Capítulo Amaia
en su vida y conocer todo sobre ella. Nunca había visto a nadie con la mirada tan penetrante como la suya. Es algo casi mágico.Me dedico a servir a todos con prisa con el fin de que ese hombre llegue rápido a mi lugar para poder tenerlo aún más cerca que la semana pasada. Y aunque pareciera que iba a ser eterno, no tarda nada en estar enfrente de mí.—¡Buenos días! —le digo intentando por primera vez sacar conversación.—¡Hola! ¿Me pones un trozo de... —su voz se queda entrecortada en cuanto ve mi nombre en el recuadro del delantal. Parece que le asusta que me llame Amaia.—¡Uno no, tres, pedazo de rácano! —Escucho cómo otro hombre que viene con él le reclama. Es el mismo que nos interrumpió en nuestro cruce de miradas, dejando ver sus ganas por comer.—No le estropees el momento bonito, hombre. Eres de lo que no hay, Joaquín, de verdad —contesta otro hombre rubio. Parece que el quejoso y gracioso del grupo se llama Joaquín. Lo tendré en cuenta. —¿Podéis comportaros como personas adultas, que es lo que sois, por favor? —pide el de los ojos verdes girándose hacia atrás para mirarlos a los ojos.
Parece que este es el que se dedica a poner orden y reñir a los demás. Todos tienen un papel, o por lo menos, eso dan a entender con su actitud y sus palabras. Son demasiado divertidos. Parecen sacados de una caricatura.—¿Eres su padre? —le pregunto a carcajada limpia.—No, soy Tristán, Amaia —me contesta con una sonrisa—. Es que estos dos son unos capullos —aclara mientras los mira de reojo.—Anda, no seas tan cascarrabia. Seguro que son grandes amigos —le digo con ánimo de que se relaje con ellos.—Bueno, en eso tienes razón, «Fantasía» —reconoce mientras se va con Joaquín y el rubio.«¿Acababa de llamarme «Fantasía»? ¿Y eso a qué viene?»
Termino de darle su ración a toda la fila aunque no puedo sacarme de la cabeza a Tristán. Necesito, con todas mis fuerzas, saber su historia, conocerlo, saber por qué está en la calle. Creo que podríamos ser muy buenos amigos y ahora mismo lo que necesito para ser feliz es ayudar a los demás.