¿Eres una persona que disfruta empezar algo nuevo o prefieres la sensación de triunfo cuando cierras un proyecto? Si es la primera vez que encuentras esta "clasificación", vale la pena que te tomes algo de tiempo para reflexionar sobre ello. ¿Cuando tienes más energía - al empezar un proyecto o al entregarlo? ¿Cuándo sientes más placer - al inicio de una actividad o cuando has llegado a la meta?
Si aún no sabes cómo responder, echa un vistazo a tu pasta de diente: ¿Te gusta exprimir el tubo al máximo antes de tirarlo o eres de los que tienen tres tubos abiertos porque lo importante son los inicios? A veces son los pequeños detalles que dan las mejores pistas sobre tus tendencias personales, simplemente porque no conllevan tanta carga psicológica.
¿Para qué sirve la distinción entre inicios y finales?
Conocer tus tendencias personales te permite diseñar tu día a día de acuerdo con tus preferencias. Es una forma de facilitarte la vida y ahorrarte algo de energía que puedes utilizar para cosas más importantes. Si estás consciente de que eres la mejor en iniciar nuevos proyectos, en planificar contenidos, en implicarte para que todo esté a punto para que la fiesta pueda empezar, entonces puedes utilizar esta habilidad a tu favor. También podrás tomar en cuenta el hecho de que probablemente hacia el final te faltará aliento y necesitarás el apoyo de alguien más para finalizar el proyecto.
Si por el contrario derivas más placer en publicar el libro, dejar la casa impecable después de la fiesta, ponerle la cereza a la tarta para que quede perfecta, entonces puedes aprovechar este don para demostrar tu genio en los proyectos terminados. Al mismo tiempo sabrás que hace falta buscar alguien que te empuje hacia nuevos proyectos para no quedarte eternamente buscando la perfección para no tener que empezar algo nuevo.
Nadie es perfecto: ¿cómo puedes facilitarte la vida?
Si sabes que te van mejor los inicios que los finales (o al revés) puedes organizar tus proyectos y tu entorno para asegurarte de que empiezas y terminas bien y a tiempo. Puedes darte más (o menos) tiempo al inicio o al final, puedes bloquear tiempo en tu agenda para los momentos que más te cuestan, puedes pedir apoyo a tu pareja, una amiga o un mentor para que te recuerdan lo que aún está pendiente y/o te animan cuando hace falta. La cuestión es: cómo puedes aprovechar tus tendencias personales para conseguir aquello que quieres conseguir, ya sea en un proyecto determinado o en la creación de hábitos.
¿Cuál es tu tendencia personal?
[Esta entrada es parte de una serie sobre tus tendencias personales que tendrás que tomar en cuenta si quieres crear una vida que se ajusta a tus necesidades y sueños. Es fácil caer en la tentación de copiar a tus ídolos y héroes sin asegurarte primero de que lo que ellos hacen encaja contigo. Mejor que conoces tus propias preferencias, más fácil te será adaptar lo que te sirve y descartar lo que no va contigo. ¿Te atreves?]