Tercer revés para documental de Osvaldo Bayer. Apuntes varios

Panal de Ideas aportó su granito de arena a la práctica de censura previa que atenta contra el trabajo de Bayer y equipo.

Justo un día después de que Macanudo Films anunciara la inminente activación de la cuenta de financiación colectiva a nombre del proyecto Martínez de Hoz en Panal de Ideas, el director de Comunicaciones de la plataforma -Patricio Sabatini- le envió este mail al director del documental Mariano Aiello para comunicarle la decisión de cancelar el acuerdo correspondiente. Sin mencionar nombres propios, el vocero de la empresa reconoció presiones (“En estas últimas horas hemos recibido llamados”; “hay un trasfondo de conflicto muy visible”) que conviene respetar (“Cualquier conflicto puede poner en riesgo nuestra continuidad”).

Panal de Ideas se convirtió entonces en la tercera plataforma de crowdfunding que se niega a sostener el nuevo proyecto cinematográfico de Osvaldo Bayer. La primera fue Idea.me, que suspendió la cuenta activa durante casi un mes, en respuesta a una carta-documento de José Alfredo (n) y Alejandro Martínez de Hoz. La segunda fue Nobleza Obliga, que rechazó de plano la propuesta por falta de fines solidarios.

La (fallida) experienca de Macanudo Films con el micromecenazgo online resulta reveladora al menos en dos sentidos. Por un lado, desmiente la pretendida asepsia ideológica de Internet, esa virtud higiénica que algunos techies entusiastas celebran erradamente. Por otro lado, confirma la capacidad de lobby (por decirlo de una manera delicada) que algunos apellidos tienen sobre actores políticos, judiciales, empresariales, mediáticos de nuestra sociedad.

Probablemente por ambos fenómenos, sólo una porción ínfima de nuestra prensa cubre las dificultades que Bayer, Aiello y equipo enfrentan a la hora de recaudar fondos para su nueva película. Sin dudas, la historia sería muy distinta si el documental en cuestión denunciara alguna fechoría de La Cámpora o del actual gobierno nacional.

Para empezar, la prensa de alcance masivo se ocuparía de informar sobre el desarrollo de un film saludable para nuestra atribulada democracia. Y si algún referente kirchnerista osara solicitar la cancelación de la producción cinematográfica (no hablemos de mandar cartas intimidatorias para conseguirlo), periodistas, políticos, referentes del espectáculo y la cultura enseguida repudiarían pública y enérgicamente este intolerable ejercicio de censura previa.

Por otra parte, cuesta poco imaginar las expresiones enojosas que emanarían de las plataformas de crowdfunding implicadas. Además de adherir a la defensa de la libertad creativa y de expresión, los modernísimos mecenas advertirían sobre el daño profundo que la práctica de asedio sistemático provoca en un rubro tan pujante como innovador.

Las desventuras de Macanudo Films con la financiación de este proyecto indignan a los admiradores de Bayer y a quienes repudiamos las bravuconadas de los descendientes del ministro de Economía de la dictadura. Lo bueno es que también contribuyen a desarticular algunas de las verdades absolutas que los medios grandes se empecinan en replicar.

En este sentido habrá que agradecerles el aporte a los Martínez de Hoz y a la gente de Idea.me, Nobleza Obliga y Panal de Ideas. De hecho, sus intervenciones nos recuerdan la falsedad de tres axiomas que sensibilizan especialmente a nuestra opinión pública: la práctica de la censura es un vicio exclusivamente estatal;  Internet es libre, neutra, aséptica (igual que el buen periodismo); las conductas prepotentes/violentas son privativas de un único actor social.