Teresa Fidalgo es el nombre de la Chica de la curva de Portugal. Murió en 1983 atropellada por Farruquito y rematada por Ortega Cano mientras trataba de huir de la justicia, justo en el mismo lugar donde se había suicidado su tatarabuela ingiriendo cantidades ingentes de tantrum. Y todo porque cometió el error de visitar Blindmaiden.
Son muchos los que quieren entrevistarla y obtener la esclusiva mundial. También Interviú intentó contactar con ella para que posase desnuda, pero ninguno sabía su teléfono ni su email. En realidad no tiene teléfono, ya que se lo cortaron por impago y se conecta por Internet en el wifi de un McDonalds. Su correo electrónico es secreto y solo lo saben sus amigos más cercanos. La única forma de contactar con ella es coger una biblia, unas tijeras y se deben encender tres velas frente a un espejo, peinarse el cabello cien veces y decir su nombre tres veces mientras das tres vueltas. Normalmente mata a quien la ha invocado con las tijeras que suele salir disparada y se clava en el corazón o el cuello de la víctima, por lo que hoy en día, una entrevista con ella está de lo más difícil.
BiografíaVino al mundo de una madre soltera, la cual notó que no era una bebé ordinaria, pues nunca dormía, y lloraba terriblemente si estaba cerca de una curva. Harta de esto, trató matarla introduciéndole plastidecors por las orejas uno tras otro, pero se lo impidieron unas monjas que llegaron a la conclusión que aquello no era muy sano.
Unos señores decidieron quitarle la custodia de la niña y la pusieron en adopción y la madre fue enviada a un manicomio donde habla con sus amigos imaginarios.
Fue adoptada por la familia Fidalgo, quienes habían tratado de tener un hijo pero no sabían como se hacían, ya que por más que esperaban a que una abejita pusiese una semillita en una flor, nunca nacía nada.
Pronto la madre de Teresa empezó a hacer locuras, tales como ir al supermercado abrir la leche allí porque en el bote pone "abrir aqui", ir a la discoteca en chancletas o quitarse el cinturón ni sacarse las cosas de los bolsillos cuando pasa por un control de un aeropuerto.
Los médicos empezaron a mosquearse y metieron a Teresa en el hospital. Allí descubrieron que era una niña muy repelente. Decidieron echarla del hospital porque usaba Internet para mandar cadena de emails sobre curvas y virus informáticos muy potentes. Fue entonces cuando por MSN conoció a John Henerd, con el que tenía cybersexo. Su madre la pilló con el camisón levantado enseñando las tetas y la echó de casa a la tierna edad de 12 años. Desde entonces va de curva en curva y John Henerd fue encarcelado por pedófilo.
MuerteFue viajando a lo mochilero por Europa por 1983. Estaba en las afueras de Barcelona haciendo excursionismo por el Monte Tibidabo. Llegó al final de un sendero, que conducia a un claro y habia un lago, muy apartado. Lo rodeaba un monton de arboles. Habia un silencio sepulcral y al otro lado del lago había una hermosa mujer preciosa bañándose desnuda, pero estaba llorando.
Teresa se quedó embobada deseando hacerle las tijeras cuando un camión de Repsol la atropelló, pasando sobre ella todas y cada una de las 16 ruedas dos veces. Aun así solo sufrió unos rasguños. Después llegaron Farruquito y Ortega Cano a rematar la faena.
Desde entonces vaga como muerta de fortuna.
Un día, mientras hacía autoestop hasta otra curva con su uniforme de fantasma, fue recogida por tres amigos que iban en un coche por esa misma carretera. Teresa, al ver que no surgía ninguna conversación y todos estaban callados, solo acertó a contar una anécdota ocurrida en la curva siguiente en la que había muerto. La echaron del coche.
Después de eso, compró su primer ordenador y pasa el tiempo enviando cadena de e-mails para que alguien le haga caso.
Viajes por el mundoLe gustaba tanto mandar emails que un día le mandó uno a Baltasar Garzón y la encarcelaron. Camino de la prisión, el autobús se salió en una curva y se mataron todos, por lo que ella decidió salir por patas, ya que en la cárcel le esperaba una buena; comer puré de patatas casi a diario.
Derrepente descubrió que le perseguía la poli, así que durante muchos pueblos le vienen pisando los talones, hasta que un día se cansa y la deja de seguir.
Meses más tarde, conoce la niño fantasma de Tres hombres y un biberón y entablan una buena amistad. Con el tiempo esta amistad fue a más y tuvieron una relación formal, la cual se rompió porque él quería tener hijos y ella no. Fue una ruptura amistosa y quedaron solo como folla amigos. Con el tiempo se dio cuenta que ella estaba muerta desde el accidente del autobús por pequeños detalles; No sentía hambre, sueño, las tripas colgando, la huella del neumático en la cara...
Descubrir que estaba muerta le deprimió un poco, así que decidió cruzar el charco, a Chile. Tuvo que falsificar su pasaporte, ya que la policía aun la buscaba. Viajó con el nombre de Marta Infante.
Allí se compró un largo abrigo de piel blanco y hacía dedo a los automovilistas por las noches en Avenida Kennedy, entre Américo Vespucio y Gerónimo de Alderete. Por lo general, se acercaba a los vehículos ocupados por matrimonios y les pedía que les llevara a un supermercado cercano a comprar condones por si acaso.
Cuando accedían, se subía al asiento posterior. Una vez en el interior daba la brasa con la velocidad a la que iban y luego cuando miraban veían que había desaparecido. Bueno, eso es lo que le decían a la policía, ya que lo más probable es que la tiraran en marcha por pesada.
Otra versión mucho más creible es que cogiera taxis y saltara en marcha para no pagar.
El caso es que decidió volver a Portugal. Tuvo que ir de polizonte en un ballenero japonés. Cuando llegó, no tenía nada en los bolsillos, así que tuvo que volver haciendo dedo.
Fue recogida por otros tres amigos. Teresa, al ver que llegaba a la curva donde se mató y como no surgía ninguna conversación y todos estaban callados, solo acertó a contar otra vez la anécdota en la que había muerto. Del susto casi se matan todos y solo sobrevivió una persona y fue el que informó sobre Teresa, pero la policía no encontró rastro alguno de Teresa.
Teresa decidió ir a pie de regreso a casa, ya que cada vez que hacia autoestop daba más el cante que Pavarotti. Rehizo su vida y abrió una tienda de toallas.
Últimos díasLlevaba décadas haciendo autoestop y ahora tiene casi ochenta y siete años y claro, a esa edad ya por mucho que enseñe muslo nadie la recogía.
Aunque desconoce a qué edad se jubilan los espectros ella ya está preparando los papeles. Ahora, si da miedo cuando la ves es porque, como se suba a tu coche, te pega la brasa: que si antes las películas eran mejores, que si las muchachas de hoy en día son unas frescas, que si esa curva era antes todo campo...
NotasSi no envías este artículo a veinte personas te enviamos a Teresa a dormir contigo para siempre y que conste que se mueve mucho por la noche. Una amiga de mi hermana ignoró esto y ahora no puede cambiar de canal de televisión y solo puede ver 13TV, así que tu verás.