Con información de Pilar Castillo, desde Global Humanitaria Perú.
El pasado domingo 24, un movimiento telúrico de 6,6 grados en la escala de Richter se registró en la región Ayacucho, sur de Perú. El terremoto afectó a más de 800 personas y provocó diversos daños materiales en viviendas, instituciones educativas y centros de salud, sobre todo.
La zona de cooperación de Global Humanitaria en Perú no ha sido afectada, el movimiento sísmico llegó sólo a un nivel muy leve o nulo en las comunidades donde trabajamos.
El Perú se encuentra en el recorrido del denominado Cinturón o Anillo de Fuego del Pacífico. Éste se extiende por 40.000 km y tiene la forma de una herradura, se caracteriza por concentrar algunos de los sectores de movimiento y colisión de placas de la corteza terrestre más importantes del mundo, lo que ocasiona una intensa actividad sísmica y volcánica en las zonas que abarca.
Los terremotos más fuertes en el Perú en los últimos 40 años ocurrieron: el 31 de mayo de 1970, fue de 7,8 grados y 45 segundos de duración. Provocó un aluvión que sepultó la ciudad de Yungay; cerca de 67.000 personas murieron.
En 1974, un terremoto de 6,6 grados dejó 78 muertos y 2. 414 heridos en la ciudad de Lima. El 15 de agosto de 2007, un sismo de 7,9 grados remeció el departamento de Ica, dejando 510 muertos, 1500 heridos y 17.000 viviendas destruidas.
Este último evidenció la magnitud de la injusticia social que hay detrás de ciertos desastres naturales, con miles de familias pobres afectadas porque establecieron sus viviendas en zonas que son inhabitables.
“Por muy ‘natural’ que parezca, ninguna catástrofe es natural. Un seísmo de intensidad idéntica causa más víctimas en un país empobrecido que en otro rico e industrializado. Ejemplo: el terremoto de Haití, de magnitud 7,0 en la escala de Richter, ha ocasionado más de cien mil muertos, mientras que el de Honshu (Japón), de idéntica fuerza (7,1), acaecido hace seis meses, apenas provocó un muerto y un herido”, escribió el periodista Ignacio Ramonet en Le Monde tras el terremoto de Haití en 2010.
Imagen: un hombre frente a su casa en un distrito afectado por el terremoto ocurrido en Ayacucho, el domingo pasado.