23 de Julio del 2013 | etiquetas: Juicios
TwittearAl mismo tiempo que los admiradores y fans del monumental (y errático) cine de Terrence Malick seguimos siendo numerosos, su actitud mercurial, su (extremadamente) intuitiva realización, y el libre albredío que él, y solamente él, se aplica en la edición (y producción) de sus películas, también se ha ganado detractores...incluso hoy acusadores.
Terrence Malick sigue irreconocible. Y no precisamente por lo de siempre, es decir, por permanecer perpetuamente desaparecido de todo posible radar cinematográfico. Más bien, todo lo contrario, es decir, por presentar una peli de menos de 2 horas de duración y 2 años de montaje (algo que no acontecía desde "Malas Tierras"), por marcarse un baile country (al alcance de cualquiera), por programar un ciclo de 4 títulos en el que "Zoolander" brilla con luz propia, por encontrarse rodando-editando (quien sabe) "Knight of Cups" con Christian Bale o planificando "Lowlife" con Ryan Gosling, al mismo tiempo que (supuestamente) prepara un documental para salas Imax. Y decimos 'supuestamente' porque según nos informaba Toni García ayer en El País, Terrence Malick ha sido acusado de utilizar el dinero destinado para "Voyage of Time" en sus otros proyectos.
Todo empieza hace siete años cuando un grupo de inversores británicos entrega a Sycamore, productora de Malick, 3.3 millones de dólares (2.5 millones de euros) como pago y señal para la realización de dos documentales y una película. El proyecto, Voyage of time, era un sueño del realizador y explicaba la historia del universo desde el Big Bang hasta el presente con visitas a parajes naturales de medio mundo y filmación con cámaras Imax (el formato del proyecto).
La fecha de entrega finalizaba en mayo del año pasado pero —al parecer— Malick no aportó ni un fotograma. Seven seas afirma en la demanda que el director ya se ha gastado hasta el último euro de la inversión en películas como El arbol de la vida o To the wonder sin que se haya realizado ningún preparativo para el rodaje de Voyage (la revista Hollywood reporter cita que en la demanda se mencionan a personal que fue contratado para el proyecto y que afirma que “no se ha hecho nada”).
De momento, y sin que se espere ninguna declaración del propio Malick, conocido por ser un ermitaño que vive en Austin y que no concede entrevistas desde la prehistoria, los que sí han hablado han sido los abogados del realizador que han afirmado que la demanda “no se sostiene” y que la producción sigue como estaba prevista.
Los británicos han replicado a su vez explicando que en 2012 Malick les pidió más dinero para seguir trabajando, lo que fue el detonante para la presentación de la demanda.
Quién sabe, quizás en un par de años veamos Voyage of time. O no.