‘the amazing spider-man 2: el poder del electro’: hablando de superhéroes

16/04/2014

‘THE AMAZING SPIDER-MAN 2: EL PODER DEL ELECTRO’: HABLANDO DE SUPERHÉROES

¿Algún rastro de la clase de Nolan, el carisma de Downey Jr o la presencia de Fassbender?

Llega la esperadísima secuela de la saga-remake del hombre araña. La promesa es un filme con unos efectos espectaculares que te dejarán pegado a la pantalla. Una entrega más fiel al cómic, más ambiciosa que la anterior, a la que aspira a superar, buscando un resultado capaz de satisfacer a aquellos que creyeron que la version de Sam Raimi y Tobey Maguire no tenía la suficiente fuerza para encarnar a uno de los principales superhéroes de nuestro siglo.

Lo que ha conseguido Marvel Studios con Marc Webb, Andrew Garfield y un saco lleno con 220 millones de dólares (Origen gastó 160 y El Caballero Oscuro 185), en gran parte invertidos en una postproducción que quiere partir la pana, es un largometraje excesivamente coreografiado, que recrea un mundo irreal y poco creible. Hay que reconocer sin embargo que a medida que avanza la película el despliegue de tramas se sinergiza con unos efectos especiales que hacen brillar la accion, consiguiendo un buen nivel de entretenimiento.

El joven Peter Parker (Andrew Garfield, La Red Social)  se pasa el tiempo alternando entre su vida como superhéroe y salir con su novia Gwen Stacy (Emma Stone, conocida actriz y pareja de Andrew en la vida real). Por desgracia sus obligaciones le llevan en muchas ocasiones a no dedicarle el tiempo que ella necesita. La relación se rompe. Peter está devastado. Pero es justo en el momento en el que su fe en sí mismo y el amor por su alter ego comienzan a resquebrajarse, cuando la ciudad va a necesitarle más que nunca: los super villanos llegan.

Por un lado tenemos al incomprendido, patoso e inestable científico Maxwell Dillon (Jamie Foxx), que trabaja para Oscorp (multinacional tecnológica) y que habiendo sido la cabeza impulsora de toda una serie de birguerías tecnológicas es ignorado y ninguneado por sus compañeros. Y lo que es aún más doloroso: es despojado del reconocimiento que merece. Un día, mientras trata de arreglar unos cables, sufre las potentísimas sacudidas eléctricas que provienen de la extraña y poderosa máquina que ha creado. Esto, en lugar de acabar con su vida, lo transforma en un poderosísimo ser azul con el poder de absorber y emitir increibles cargas electricas: Electro.

Por otro lado está Harry Osborn (Dane Dehaan), niño pijo y heredero del imperio Oscorp, amigo de la infancia de Peter. La relacion con su padre, que padece una grave enfermedad que lo llevara a la muerte, y que lo trata con distancia y frialdad, junto con su situacion de “heredero del imperio” forman su personalidad. Ésta, plena de sombras y anhelos, será el caldo de cultivo de donde nacerá el otro super villano: el histórico Duende Verde. En esta cinta las varias tramas se entrecruzarán y Peter tendrá que lidiar con todas ellas. Y como ya saben los que conocen el cómic y sus adaptaciones a televisión, cine, Parker sabe lo que es perder: perder a alguien querido, quedarse solo, sufrir el destino de lucha y abnegación que la vida le ha deparado.

Es una película que se deja ver. El principio es difícil si se tiene el ojo hecho a lo bueno: chirrían demasiadas cosas, desde un manejo de la cámara de dudoso estilo, pasando por unos diálogos obvios, y terminando por algo tan desalentador para los cinéfilos como los picos dramáticos forzados a principio de película, cuando nos acaban de presentar a los personajes.

La actuación no encuentra en esta película un buen exponente: hasta Jamie Foxx es histriónico en su papel de desquiciado hombre-eléctrico. Cabe destacar sin embargo la presencia de Dane Dehaan, que ya demostraba en la fabulosa In Treatment, de HBO, que sabe actuar. De hecho es una de las caras que le dan frescor y magnetismo al largometraje, que de otra manera tendría que vivir solo del despliegue de efectos y acción.

Lo que sí cabe destacar es el ritmo que toma la película, que aprovecha bien el potencial dramático de la historia de Peter Parker en un esfuerzo encomiable de guión y de realización, y que tiene su recompensa en la espectacular calidad visual de todas las imágenes de acción. De hecho, la exuberante cantidad de planos que muestran con minuciosidad todas las piruetas, caídas, saltos y explosiones, recrean miles de detalles en una exhibicion de virtuosismo audiovisual. En definitiva, un filme muy currado, que gustará a los amantes de Spider-Man y de la ciencia-ficcion pero no apto para cinéfilos empedernidos ya que les chirriará desde el momento uno.

Algunos osarán compararlo con Origen o El caballero oscuro, pero las películas de Nolan están a años luz de distancia, son de otra categoría: directamente están hechos de otra pasta. The Amazing Spider-Man 2, está, en cuanto a valor cinematográfico, por debajo de Los Vengadores, X-Men: Primera Generación y por supuesto por debajo del magnífico Robert Downey Jr. y su armadura. Ésta si que es ”increible”.

PD: Y es que sí: Iron Man mola cantidad.

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