7 th floor of a car parking in London. Place where you can find too much more than you can imagine…
En busca de nuevas aventuras, nos dirigimos a la estación de Underground Peckham Rye, parada de metro donde se encuentra (escondido en una callejuela) un famoso bar-terraza en las alturas de un parking para coches: Frank’s Cafe. Pero lo que nos encontramos en muy diferente a lo que podíamos imaginar. Cada planta del parking esconde un secreto, una pieza de arte, arte contemporáneo reflejado en forma de instalación, vídeo-arte e, incluso, “antigüedades”.
Subimos cuatro pisos por unas escaleras que no delatan ningún rastro de Frank’s Cafe. Tan sólo nos dejamos llevar por unas flechas rojas que nos indican el camino. Pero, de pronto, tras una puerta la amplitud del espacio casi vacío deja entrever lo que veíamos buscando. Allí, un mural nos recuerda al arte del renacimiento recrea una escena de guerra, mientras delante suyo encontramos una escultura de cuatro inmensos botes donde queda patente el eclecticismo del arte contemporáneo.
Pero no todo termina aquí, seguimos caminando por la misma planta para toparnos con una instalación de vídeo que refleja, quizás, el inconformismo de la población con la sociedad actual, mientras una música decadente se oye al fondo… Un grupo de jóvenes artistas graban una escena en medio de este curioso lugar.
Seguimos subiendo hacia las alturas del parking, siguiente planta donde de nuevo el vídeo arte tiene presencia con una instalación que a través de cotidianas imágenes nos trasladan a múltiples lugares del mundo.
Un mundo que nos lleva a subir a la última planta, donde culmina nuestro peculiar viaje por un parking, y allí donde las impresionantes vistas de la inmensidad de Londres te dejan sin habla. Y donde, a su vez, el arte contemporáneo se ve reflejado en un antifaz de colores que el viento agita; un antiguo Mercedes con cassettes aún en su interior; o una estructura de color morado que de algún modo significa el todo y la nada, la nada y el todo de ese parking para coches sin coches, donde el arte, como en todos sitios está presente si sabemos buscarlo…
Y para culminar, esa necesaria cerveza en el bar-terraza Frank’s Cafe, desde el que podemos contemplar el arte de Londres en su plenitud.