Revista Cine
En Cannes se presentó sin armar ruido, pero los aplausos finales y el premio a mejor actor para Jean Dujardin la lanzaron y la dejaron en el punto de mira de los aficionados y críticos de cine. Después ha venido el aluvión de buenas críticas y premios de las asociaciones de críticos americanos. El tráiler hacía presagiar una película de esas que aún conserva la magia del cine, capaz de hacerte soñar, de dejarte con esa sonrisa bobalicona durante todo su metraje. Pero no solo ha conseguido eso, sino que por momentos me he visto zambullida en un drama sobre quien es uno en realidad, alejándose de esta manera de las comedias mudas de los años 20.
The Artist nos cuenta la historia de George Valentín una estrella de Hollywood de los años 20. Un tipo carismático que se ha convertido en el principal estandarte de Kinograph Studios y de los que todo lo que toca se convierte en oro. Su suerte disminuye inversamente proporcional a la de Peppy Miller una chica que conoce de casualidad y que pasará de ser una soñadora a una gran actriz. Este cambio vendrá a través del cambio en el mundo del cine, del fin del cine mudo y del principio del sonoro y sus posibilidades.
Tal y como se ha publicitado, The Artist es una película muda, sobre los años 20, 30 en el mundo del cine y grabada como en los años 20, 30. De esta manera abundan los planos fijos, pero el director, Michel Hazanavicius junto con los intérpretes principales consiguen llenar de fuerza expresiva todos y cada uno de los planos haciéndolos inolvidables y construyendo escenas y gags con mucho encanto que pasarán a la historia. El film se nos presenta como una comedia romántica, pero lo cierto es que tiene más drama de lo que esperaba. La película nos muestra a un hombre que no consigue seguir los cambios de su sociedad. Un hombre que rápidamente se da cuenta que ha quedado anacrónico, que ya no sabe atraer a las masas, que ya no es actor. Un hombre que no sabe hablar, no entiende su problema, no entiende a una sociedad cada vez más tecnológica cuyo único objetivo es avanzar sin cuestionarse si ese paso hacia adelante siempre es positivo. Valentín se tiene que replantear su vida… y por el camino preguntarse si su éxito, si sus vivencias han sido reales y han valido la pena.
The Artist es mágica. No se necesita grandes discursos para hacer una película interesante y que convenza a público y crítica… es verdad que la miro en otros ojos porque hace un ejercicio de metacine excelente, pero el film demuestra que no es necesario hablar y hacer un complejo discurso sobre de donde viene y adonde va la humanidad. Personalmente siempre he pensado que el cine tiene una capacidad muy interesante, hacer simple mediante una metáfora que es toda la película, un conflicto universal que podemos sufrir todos; de esta manera consiguen que empaticemos y que disfrutemos la película. En los últimos años como todo está inventado y parece que siempre hay que innovar ha crecido una tendencia de hacer lo contrario contar algo sencillo enmascarado de mucha más complejidad de la que tiene para parecer una película más intensa y profunda. La película no tiene diálogos, pero no se echan de menos, en parte porque hace un uso de la música simplemente perfecto. La música además de ambientar y dar ritmo en las escenas se convierte en un juego entre película y espectador, y entre protagonista y película.
Jean Dujardin es el encargado de interpretar a Valentin y consigue transmitir simpatía, alegría cuando toca pero también consigue humanizar al personaje. Una interpretación curiosa, ya que al ser cine mudo exagera sus reacciones, pero aun así no se ve tan artificial como las películas de hace 90 años. Esto también les pasa a los demás actores. Le acompañan John Goodman y Berenice Bejo.
The Artist es una gran película. El aluvión de premios es posible que haga que no se la valore como toca. Porque no podemos engañarnos, el film es una propuesta arriesgada, que ha conseguido triunfar, pero hubiera podido no hacerlo. Yo le doy mi voto de confianza, porque hacía mucho que no me divertía y me emocionaba un tipo de cine sencillo con mucho corazón.
Nota: 9/10