Revista Cine

The Fast, the Bad and the Phony

Publicado el 10 enero 2012 por Chufflo
The Fast, the Bad and the Phony
The Driver (1978) de Walter Hill
Personajes solitarios, silenciosos, lacónicos, de turbio pasado e incierto fufuro, atrapados, cada cual, en el presente de su obsesión terminal. Personajes sin nombre porque su nombre es su oficio. Son lo que hacen y nada más. Walter Hill cogió el maderamen del polar francés, Melville mediante, y con él construyó una partida de ajedrez titulada The Driver. Ryan O'Neal juega con negras aunque en realidad es el caballero blanco sobre ruedas; es el fuera de la ley con principios. Bruce Dern juega con blancas pero tiene el alma envenenada; es el policía sin escrúpulos dispuesto a todo con tal de ganar la partida. Isabelle Adjani no sabe jugar al ajedrez pero sí al póker. También a las damas. Al "Juego de las Damas", quiero decir... Al final no gana el más listo, el más rápido tampoco.
Una pena que Hill no supiese ponerle la puntilla y el final no esté a la altura. Si no estaríamos hablando de un clásico. Con todo, sólo por las secuencias de persecución y la actuación de Bruce Dern ya hay que darle la oportunidad.
The Fast, the Bad and the Phony
The Fast, the Bad and the Phony
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