The Ghost Writer es la nueva película de Roman Polanski. El director polaco es una de mis asignaturas pendientes. Sí, lo sé, no tendría que ser así, pero solo he visto Oliver Twist y el Pianista, la primera no me entusiasmó, y la segunda es una buena película sobre el holocausto. Así que con la boca pequeña, y en proceso de conseguir su filmografía, voy a comentar la película de manera imparcial dada mi ignorancia.
El film ha conseguido el Oso de Plata en el pasado Festival de Berlín y ha conseguido buenas críticas, así que después de los Oscars y con muy pocos estrenos apetecible, esta película parecia la opción más interesante, y así ha sido.
The Ghost Writer nos cuenta la historia de un escritor que acepta acabar de escribir la biografía de un poderoso político Adam Lang. El exprimer ministro británico quien reside bajo la protección de Estados Unidos intentando cambiar su imagen. El escritor es el encargado de sustituir a un biógrafo anterior que murió bajo sospechosas y misteriosas circunstancias. Poco a poco el escritor se ve inmerso en misterios y secretos sin resolver.
Polanski consigue un thriller con todas las letras. Una película que no ahorra minutos en presentaciones. Un film que dedica un tercio de metraje a una exhaustiva presentación de los caracteres que jugarán sus cartas durante el resto de minutos. Un dibujo a carboncillo, muy preciso de todos y cada uno de los personajes, principales y secundarios que serán claves para el desarrollo de la historia. Polanski consigue construir un thriller en su sentido más clásico, recordando un cine que no se ve, el cine de hace 50 años. En The Ghost Writer el suspense no es medido por la cantidad de subidas de música, ni por la rapidez de sus escenas, sino por la sensación de sofoco, de asfixia que te va produciendo la película a medida que avanza. Un film que va in crescendo acabando con una genial escena fuera de plano digno de mencionar y recordad que demuestra la destreza del director polaco. Además aunque se le categorice de thriller político, Polanski nunca tiene la intención de meterse en política y de alguna manera entorpecer el desarrollo del suspense. Por eso prefiere dar simples pinceladas políticas, y dedicarse al desarrollo de los personajes, los misterios y la asfixiante espiral a la que acaba asistiendo el protagonista.
Ewan McGregor es el encargado de interpretar a ese anónimo escritor. El actor demuestra otra vez su valía y además se convierte en una rara avis que sabe perfectamente escoger productos interesantes. Sus recientes trabajos y la confianza que han depositado en él directores como Burton, Boyle, Allen, Luhrman entre otros lo confirman. Pierce Brosnan es el encargado de interpretar al corrupto y amoral Adam Lang, y sin que sirva de precedente convence y mucho. No he visto muchas películas de Brosnan, pero en las que he visto todas acababa interpretando lo mismo, una sonrisa pícara y una presencia James Bond… En esta película en cambio nos regala una buena interpretación. A los dos protagonistas también hay que destacar el trabajo de Tom Wilkinson, un actor que siempre hace de secundario y casi siempre acaba eclipsando a los protagonistas o poniéndose a su nivel.
La película también cuenta con una fotografía cuidada donde destacan unos colores apagados que ayudan a transmitir una atmósfera asfixiante y sin esperanza que poco a poco va atrapando al protagonista.
Como conclusión un THRILLER clásico, una excepción dentro de la cartelera actual que no nos podemos perder. Una demostración de Polanski en dirección y una historia increscendo hacen de la película una de las mejores de lo que llevamos de año.
Nota: 7’5-8/10