Revista Cine
The Ides of March (Los Idus de Marzo) es la nueva película de George “Nespresso” Clooney delante y detrás de las cámaras. Aunque como ya hizo en Buenas Noches y Buenas Suerte, se reserva un pequeño papel para dar el protagonismo a un magnífico reparto encabezado por Ryan Gosling (el actor del año junto con Michael Fassbender).
The Ides of March nos cuenta la historia de Stephen un joven idealista que empieza a trabajar como director de comunicación para la campaña de Mike Morris, candidato en unas primarias del Partido Demócrata. A medida que vaya conociendo los entresijos de la política y a ese candidato que defiende, verá como su idealismo choca frontalmente con la realidad.
Clooney vuelve a ponerse detrás de las cámaras para volvernos a contar una historia sobre política con la ayuda de Grant Haslov quien también lo acompañó en Buenas Noches y Buena Suerte. En este caso en lugar de hablarnos sobre la libertad de expresión y la censura de McCarthy en los años 50 en Estados Unidos; nos cuenta la corrupción política contemporánea.
The Ides of March se caracteriza por un desarrollo pausado, prestando especial atención a detalles, y una marcada estructura en tres actos. Clooney es tan minucioso en los detalles de los lugares como lo es en plantearse la evolución del protagonista, pues sabe que ahí reside la fuerza de su película. En crear una evolución lógica. En hacernos ver como todos podemos sentirnos como Stephen. Todos podemos confiar en un político que parece diferente a los demás, y al final resulta decepcionante ver que no lo es; o que por A o por B no va a poder, querer cambiar nada. The Ides of March hace una radiografía de cómo un novato e ilusionado director de comunicación de la campaña de un candidato va perdiendo su fe en la integridad de la persona que intenta vender.
El film no cuenta un mensaje nuevo, sigue la tradición de otras películas como EL POLÍTICO de Robert Rossen. Aunque en este caso no toman como protagonista al propio político para ver su descenso en los infiernos cuando ve el poder al alcance de la mano, sino que prefiere apostar por la transformación de una persona que empieza integra pero poco a poco va sufriendo su propio descenso; y cuando aprende a jugar ese juego ha perdido la ilusión y la admiración hacia un ideal. Además también nos hace reflexionar sobre el papel de los medios, de la opinión pública y de los políticos a manipular a todos los que están a su alrededor y a los propios ciudadanos con el peligro a que nos creamos todo lo que dicen.
Clooney ha demostrado en sus anteriores experiencias detrás de las cámaras que sabe dirigir a los actores con asombrosa habilidad. En la película no es la excepción, y además de rodearse de un gran reparto, lo sabe unir con muy pocas fisuras. Ryan Gosling se lleva la película interpretando a Stephen, una actuación medida, justa, precisa como toda la película. El propio Clooney interpreta a Mike Morris, un papel que le va como anillo al dedo mostrando que más allá de si nos gusta más o menos como actor tiene carisma. Paul Giamatti y Phillip Seymour Hoffman interpretan a dos jefes de campaña política, rivales; y Evan Rachel Wood interpreta correctamente a Molly Stearns una joven colaboradora de la campaña, un personaje clave para el desarrollo de la película. Por último Marisa Tomei también aparece como periodista. Quizás entre tantos nombres, se le puede críticar que algunos secundarios, sobre todo Giamatti y Hoffman parecen tener mucho más potencial del que se nos muestra. Aunque esa decisión la veo acorde con la estrategia que toma Clooney de centrarse a fondo en su protagonista y un tema sin necesidad de dar rodeos o ampliar excesivamente la trama.
The Ides of March es una película precisa, inteligente, técnicamente austera pero funcional con una buena banda sonora de Desplat. El film plantea una temática que nunca pasa de moda y las buenas interpretaciones le dan credibilidad a un mensaje directo.
Nota: 8/10