Empecé a ver The Walking Dead, esa serie de la AMC que en un primer vistazo parece que trata de un apocalipsis zombie, poco después de que se estrenase. Si tú todavía no la has visto, cuidado, que aquí hay casi más spoilers que caminantes.
Saquemos mucha sangre, que eso a la gente le gusta...
Mi gran sorpresa fue que consiguió engancharme rápidamente, y es que no podía esperar al siguiente capítulo para ver cuál iba a ser el próximo personaje en morir. Porque mucho se habla después de las masacres de Game of Thrones, pero... ¿y la pena que te recorre el cuerpo cuando se cargan a personajes como Dale Horvath? ¿eh? ¿EH? Que yo siempre he sido de esas personas que les coge cariño a todos los protagonistas, sobre todo a los indefensos, a los que sabes que se van a quitar pronto de en medio, porque me gusta sufrir.
Así que bueno, empecé a ver un capítulo tras otro hasta llegar al 5x04 de esta semana, pensando que si me pidiesen explicar de qué habla la serie, diría que se basa en un grupo de gente muy aleatoria -parece ser que cuantos más espectadores se identifiquen, mejor- que ha conseguido sobrevivir al comienzo de la oleada de caminantes (así es como llaman a los zombies) sin saber cómo ni porqué han invadido el planeta. Para poder ir renovando los recursos que tienen (menos mal que les pilla en EEUU donde en todos las casas guardan un arma) cambian de hogar cada dos por tres: la granja, la cárcel, Terminus, la iglesia… y siempre acaban siendo invadidos por caminantes personas vivas que van a quitarles todo lo que puedan. Y es que si algo tengo claro, es que la serie es una metáfora muy bestia de la vida.
Todos tenemos problemas más o menos importantes que nos pueden preocupar y hacer el día a día bastante mierda, pero no te das cuenta de lo malos que realmente pueden llegar a ser hasta que encima se mete gente a dar la lata. Y es que en un mundo de muertos que intentan comerse tus vísceras es difícil sobrevivir, pero con los vivos se convierte en un infierno.
Hace poco vimos la conversación que tuvieron Gabriel Stokes (Seth Gilliam) y Rick (Andrew Lincoln):
Y no sólo las personas son peores, sino que a nosotros mismos nos cuesta más lidiar con ellas. Nuestros protagonistas no tienen ningún problema en pegarle un hachazo o dos tiros a cualquier caminante, pero sí que es complicado plantarle cara a las personas aun sabiendo que corren peligro a su lado; o si no preguntémosle a Andrea (Laurie Holden)qué tal llevó su relación con el Gobernador (David Morrissey)...
The Walking Dead es una serie de AMC que en España podéis ver en FOX.