Lo odia todo porque se odia a sí misma en su mezquindad.*Solo se lo he fingido siempre todo a todo a todos, durante toda mi vida solo he fingido y representado, me decía en mi sillón de orejas, no vivo una vida real, una vida verdadera, solo vivo y existo una vida fingida, solo he tenido siempre una vida fingida (…).*Y ahora pensaba que la profesora de instituto Schreker empezó a escribir también en los años cincuenta y siguió más o menos el mismo camino que Jeannie Billroth, es decir, el camino que va de joven talento a repelente artista oficial.*Ser artista quiere decir en Austria, para la mayoría, someterse al Estado. (Thomas Bernhard, Tala. Ed. Alianza, Traducción de Miguel Sáenz, 2007).